Dememory Senior, Supradyn Memory 50+, Sapiens Brain Longevity, Neuralex, Memoalz, Memorplus... Cada vez es más común encontrar en farmacias y parafarmacias de toda España suplementos alimenticios para la memoria, muchos de los cuales dicen estar pensados para el público sénior.
Estos productos, que se comercializan en cajas o botes similares a los de los medicamentos, contienen una serie de comprimidos elaborados a base de vitaminas, minerales, elementos grasos y/o extractos de plantas que aseguran ayudar al funcionamiento mental.
Ahora bien, ¿son eficaces para mejorar la memoria? ¿Pueden ayudar a reducir el riesgo de padecer algún tipo de deterioro cognitivo? ¿O son el falso crecepelo del siglo XXI?
De izquierda a derecha y de arriba abajo, seis de los suplementos de memoria más populares en España: Dememory Senior, Supradyn Memory 50+, Sapiens Brain Longevity, Neuralex, Memoalz y Memorplus.
65YMÁS ha consultado a expertos en neurología, farmacología, geriatría y nutrición y todos coinciden en asegurar que todavía no hay suficiente evidencia de que el consumo de estos complementos sirva para ninguno de estos fines, aunque sí que existen ciertos estudios "prometedores, pero no concluyentes", que relacionan la ingesta de ciertas vitaminas, componentes grasos, minerales, plantas o multivitamínicos con mejoras en este sentido.
Con todo, explica Eduard Baladia, miembro del Centro de Análisis de la Evidencia Científica de la Academia Española de Nutrición y Dietética (@aedninforma), "la memoria engloba diversas facetas o aspectos, como la función global cognitiva, la a corto y largo plazo (entre otras, la episódica o semántica), la atención, las habilidades visoespaciales, la función ejecutiva y la velocidad de procesamiento", por lo que, añade, "estudiar estos aspectos de manera exhaustiva presenta dificultades metodológicas, ya que a menudo los ensayos clínicos se centran en aspectos específicos. La variabilidad en la presentación y las limitaciones en los métodos de evaluación complican la conclusión definitiva".
De esta manera, opina, "estamos ante la posibilidad de que algunos de estos suplementos se conviertan en lo que podríamos llamar nuevos 'crecepelos' ".
Coincide con Baladia el presidente Sociedad Española de Farmacología (@Socesfar), Antonio Rodríguez, quien asegura que “no existe evidencia de que estos compuestos sean eficaces, pero tampoco de que no lo sean”.
Es más, apunta, cada producto utiliza vitaminas, minerales, elementos grasos o extractos de plantas distintos, muchos de los cuales dicen tener potenciales beneficios para la memoria, pero no siempre se explica claramente cuál es el criterio exacto que se siguecuando "se formulan”. “Nadie sabe cuál es el aprovechamiento real o la absorción que se hace de estos productos", comenta.
No obstante, afirma, las personas compran estos suplementos, por si acaso, pese a esta falta de certezas sobre su eficacia. “Hay una incertidumbre terapéutica. La gente lo usa a veces por iniciativa propia –son de venta libre– y, en ocasiones, incluso los pueden prescribir profesionales por el efecto placebo, para que el paciente y los familiares vean que, de alguna forma, se les está atendiendo, ya que existe el convencimiento de que, mal, no le va a hacer", reconoce.
Aun así, apostilla, estos suplementos nunca "reclaman ninguna indicación clínica", ya que no pueden hacerlo legalmente y, por esa razón, se destinan a personas sanas y muchos hacen mención en su publicidad a las pérdidas de memoria relacionadas con la edad. "No te dicen que es útil para mejorar la capacidad cognitiva del paciente de alzhéimer, con demencia con cuerpos de Lewy o para el deterioro cognitivo en fases avanzadas de la enfermedad de Párkinson, por ejemplo”, comenta.
"Desde un punto de vista sanitario es mejor asegurarse una nutrición adecuada, que ir tratando de paliar posibles déficits que no están determinados y que tampoco se sabe si se van a conseguir corregir”, afirma.
En opinión de Guillermo García Ribas, miembro del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología (@seneurologia), hay que tener en cuenta también que la pérdida de memoria asociada con el envejeciemiento "no tiene una definición muy estándar”, por lo que una mejora en este sentido es difícilmente cuantificable. “Hay determinados estados de normalidad que no tienen una diferencia tan marcada con el deterioro cognitivo”, afirma.
“Lo suplementos ponen todo en potencial. Pueden 'mejorar' o 'beneficiar'. Y las vitaminas, se suelen elegir a veces en base a estudios celulares. Por ejemplo, la B12 es necesaria para el crecimiento neuronal. Ahora bien, si la persona no tiene un déficit, hay que ver si tiene sentido darle un extra", valora.
Regulación
Cabe recordar que, legalmente, estos productos no deben demostrar ninguna eficacia para poder comercializarse como suplementos alimenticios.
Según aseguran a este diario desde la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), los complementos están regulados por el Real Decreto 1487/2009, que no tiene en cuenta esta variable, a diferencia de lo que ocurre con los medicamentos.
Eso sí, al ser productos nutricionales que afirman tener propiedades saludables, deben cumplir con el Reglamento (CE) 1924/2006 y no pueden asegurar que sirven para mejorar la memoria –pese a que varios utilicen dicha palabra en sus nombres comerciales o se refieran a ella indirectamente en sus anuncios–.
Por contra, sí que pueden afirmar, por ejemplo, que ayudan al mantenimiento de las funciones cognitivas normales, alfuncionamiento normal del cerebro o al funcionamiento normal del sistema nervioso, si contienen determinados minerales, vitaminas o elementos grasos en las cantidades autorizadas –consultaaquí las autorizaciones que existen–.
Por ejemplo, si incluyen ácido docosahexaenoico (DHA), con un aporte de 400 mg, la empresa comercializadora podrá decir que su producto ayuda al funcionamiento normal del cerebro o si lleva al menos 1,5 mg de zinc, pueden indicar que contribuye a unas funciones cognitivas normales.
Con todo, apostillan desde la AESAN, "el etiquetado, la presentación y la publicidad de los complementos alimenticios no puede incluir ninguna afirmación que sugiera que una dieta equilibrada y variada no aporta por sí misma las cantidades adecuadas de nutrientes en general".
"Además, no atribuirá a los complementos alimenticios la propiedad de prevenir, tratar o curar una enfermedad ni se referirá en absoluto a dichas propiedades", explican.
"A diferencia de los fármacos, la regulación en torno a los suplementos nutricionales a menudo carece de la rigurosidad necesaria para evitar la comercialización de productos que no han demostrado de manera concluyente sus beneficios. En la actualidad, nos enfrentamos a la paradoja de encontrar en las farmacias suplementos nutricionales para la memoria que podrían ser prometedores, pero al mismo tiempo potencialmente decepcionantes debido a la incertidumbre sobre su eficacia. Asimismo, existe el riesgo de encontrar algunos que carecen por completo de respaldo científico, constituyendo prácticas engañosas para los consumidores, ya que no han demostrado ni siquiera ser prometedores. Esta falta de regulación sólida subraya la importancia de abordar la transparencia y la veracidad en la comercialización de suplementos nutricionales", valora Eduard Baladia, miembro de la Academia Española de Nutrición y Dietética.
"La regulación de los suplementos orales nutricionales debería ser parecida a la de los medicamentos. Es decir solicitar la demostrastación de su eficacia y seguridad basada en ensayos clínicos controlados de buena calidad metodológica", opina el miembro de la Sociedad Española de Medicina Geriátrica (@semeg_es) y responsable de la Unidad de Memoria y Demencia del Hospital de la Paz de Madrid, Jesús María López, quien pone un ejemplo de complemento que sí que ha demostrado funcionar. "El único que conozco sobre suplementos y deterioro cognoscitivo es el Lipididiet, donde, tras dos años con la formulación dietética Souvenaid, se demuestra beneficio en el rendimiento cognoscitivo y funcional, además de frenar la pérdida del volumen hipocampal", indica.
Los mayores piden evaluar la regulación
Por esta razón, José Manuel Freire, presidente de la Comisión de Sanidad y Coordinación Sociosanitaria de la Plataforma de Mayores y Pensionistas (@PlataformaPMP), asegura que, “transcurridos seis años de la publicación del Real Decreto 130/2018 –que modifica el 1487/2009–, parece conveniente que las autoridades sanitarias realicen una evaluación sobre el mismo”.
Y recuerda: pese a que no está demostrado que estos complementos funcionen, sí que se ha estudiado que llevar a cabo una serie de prácticas saludables contribuye a reducir las probabilidades de sufrir o retrasar la aparición de deterioro cognitivo.
"El mejor consejo para mantener unas buenas funciones mentales a lo largo de la vida, memoria incluida, es una vida sana que incluya ejercicio físico y una dieta equilibrada, rica en vegetales y frutas”, comenta.
Una recomendación, que comparten el resto de expertos entrevistados, quienes además proponen realizar actividades que estimulen el cerebro y mantener una vida social activa.
Las empresas responden
65YMÁS se ha puesto en contacto con seis empresas que comercializan varios de los suplementos para la memoria más populares en España, Dememory Senior (Pharma OTC), Supradyn Memory 50+ (Bayer), Neuralex (Italfarmaco), Sapiens Brain Longevity (PromoPharma), Memoalz (Soria Natural) y Memor Plus (Mundo Natural).
De izquierda a derecha y de arriba abajo: Bernardo Kanahuati, CEO de Bayer Iberia; Carlos Barallobre, CEO de Italfarmaco; David Masó, CEO Promopharma; Miguel Ángel Maroto, CEO de Mundo Natural; Mariano Espín, Business Director de Pharma OTC; José Esteban Ollo, CEO de Soria Natural.
De momento, sólo dos han contestado a las preguntas de este diario, Bayer y Soria Natural. En concreto, estas empresas han enviado a este medio varios estudios que avalarían la eficacia, por separado, de los ingredientes que contienen sus suplementos.
En el caso del producto de Bayer "destinado a adultos maduros, con un especial interés en mejorar la función cognitiva, y especialmente la memoria", Supradyn Memory 50+, "un complemento alimenticio a base de vitaminas, minerales, polifenoles de la oliva y extracto de Panax Ginseng", recuerdan que las vitaminas del grupo B intervienen en la función cerebral y están estrechamente asociadas con el rendimiento cognitivo. "Contiene además otras vitaminas esenciales como A, C, D3 y E, que tienen distintos roles en la salud y la vitalidad", indican. Asimismo, "el consumo de polifenoles de la oliva/aceite de oliva contribuye a la protección de los lípidos de la sangre frente al daño oxidativo" y "el Ginseng ayuda a mantener el rendimiento cognitivo, la memoria y la capacidad física y mental". E indican "el extracto de oliva y de hojas del olivo junto con la vitamina C, E, zinc y selenio contribuyen a la protección de las células frente al daño oxidativo".
Por su parte, desde Soria Natural, cuyo producto Memoalz contiene salvia, melisa, bacopa, ginkgo y huperzia, han asegurado que los ingredientes que incluyen se han relacionado, en diferentes estudios, con mejoras en diferentes tipos de memoria y determinadas funciones cognitivas.
Eso sí, en ninguno de los dos casos aportan estudios que aseguren que su producto, en concreto, tenga eficacia en algunos de estos sentidos, aunque sí sus ingredientes por separado.
La industria de los suplementos alimenticios
Cabe recordar que la industria de los suplementos alimenticios no ha parado de crecer en los últimos años. Según un informe publicado por DBK, sólo en 2022, superó los 1.200 millones de euros de valor de mercado con más de 1.000 empresas autorizadas para producir estos productos.
Es más, se espera que este sector siga creciendo en los próximos años con fuerza. Y es que España es uno de los países europeos que más confianza tiene en estos complementos, detrás de Italia y Países Bajos: nueve de cada 10 los ha consumido en algún momento de su vida, según se desprende de una encuesta realizada por Food Supplements Europe e IPSOS hace dos años.
Sobre el autor:
Pablo Recio
Pablo Recio es periodista especializado en salud y dependencia, es graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid y comenzó su carrera profesional en el diario El Mundo cubriendo información cultural y económica.
Además, fue cofundador de la radio online Irradiando y cuenta con un máster en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Madrid y otro en Periodismo por el CEU San Pablo/Unidad Editorial.