Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorLos tapones de cera se forman por un exceso de cerumen y cera en el oído externo. Las causas que originan el tapón son variadas, desde lesiones producidos al rascarse hasta el mal uso de los bastoncillos, que empujan el cerumen al fondo del conducto auditivo.
En el oído podemos encontrar dos tipos de sustancias: la cera y el cerumen, ambas responsables de la formación de los tapones.
La primera, la cera, es un secreción fisiológica formada por el acúmulo de células epiteliales del conducto auditivo externo que han ido descamándose y la secreción de las glándulas ceruminosas, unas glándulas sudoríparas del del oído externo.
La segunda, el cerumen, es una película hidrofóbica que tiene como función proteger la piel del conducto auditivo frente a agresiones externas como puede ser la entrada de agua, infecciones o traumatismos.
Visto esto, hay personas que tienen una mayor tendencia síntesis de estas sustancias y a su acúmulo con la consecuente formación de los tapones de cera lo que, además de producir ciertas molestias, la persona puede ver comprometida temporalmente su capacidad auditiva.
Entre los principales las principales causas de la formación de los tapones de cera podemos distinguir:
Entre los síntomas más frecuentes que determinan la presencia de un tapón de cera destacan:
Si sospechas que tienes un tapón de cera o ante cualquier molesta que puedas sentir en el oído, lo primero que hay que hacer es acudir al médico para que pueda evaluar, mediante una inspección con un otoscopio, si se trata de un tapón, una infección o la presencia de algún cuerpo extraño, como podría ser un insecto y así poder aplicar el tratamiento adecuado.
Para eliminar un tapón de cera se pueden utilizar diferentes técnicas de extracción en funciones de las características del tapón. Habitualmente se empieza por administrar unas gotas reblandecedoras del cerumen durante aproximadamente tres días. De esta manera se conseguirá ablandar y desprender el tapón de las paredes del conducto auditivo facilitando su posterior extracción ya sea mediante la técnica de irrigación, extracción microscópica o por aspiración.
Es importante que durante la extracción el paciente esté inmóvil para evitar complicaciones. La extracción de un tapón de cera, independientemente de la técnica que se utilice, siempre ha de hacerla un profesional.
Esta técnica consiste en aplicar a presión en el conducto auditivo agua templada y desinfectada con la ayuda de una jeringa. De esta manera se hace una extracción mecánica del tapón ya que la fuerza del agua empuja el tapón hacia el exterior. Esta técnica no está recomendada en aquellas personas que presentan perforación del tímpano, infección o una cirugía de oído previa.
Está técnica está indicada para aquellos tapones de cera secos y de consistencia dura. Con el uso de un microscopio se consigue ampliar el campo de visión para poder acceder al tapón. Este aparato permite utilizar un instrumento otológico de diámetro reducido en forma de gancho con punta roma para poder sacar el tapón sin riesgo a lesionar la piel de conducto.
También con esta técnica se puede utilizar un aspirador que succionará el tapón.