Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorTras las vacaciones es habitual encontrase con que hemos cogido unos kilos de más. Y es que cuando nos encontramos en un ambiente relajado, con la familia o con los amigos es habitual hacer extras en nuestra dieta.
Al igual que a comienzos de año, los gimnasios aumentan las inscripciones en septiembre, tras las vacaciones, ya sea para asistir a clases de pilates o aquagym, o para hacer cardio, máquinas o natación, por ejemplo, todo con la voluntad de perder de manera rápida esos kilos de más y reactivar el cuerpo.
Si bien ir al gimnasio es una práctica muy saludable y totalmente recomendable que ayuda a mantener el cuerpo en forma, tanto física como mentalmente, existen otras actividades que nos ayudan a quemar calorías: las actividades diarias.
El ajetreo diario puede resultar estresante, más cuando está supeditado a unos horarios, pero viendo la parte positiva, es lo que reactiva el cuerpo y la mente. Arreglar la casa, hacer la compra, preparar la comida para los hijos, o los nietos, ir a buscarlos a la escuela, entretenerlos, hacer encargos, ir a trabajar, pasear al perro… todas ellas actividades que ocupan nuestro día y que no nos dejan tiempo para cuidarnos ni para ir al gimnasio, pero que nos ayudan a quemar calorías y cuidar nuestra figura.
Si no tienes por costumbre hacer deporte y crees que es hora de apuntarte a un gimnasio, lo recomendable es que te informes bien sobre qué tipo de deporte puedes practicar y optes por un preparador físico que adapte las tablas de ejercicios según tus necesidades para, así, evitar lesiones musculares u otras de índole más grave. En este sentido, es recomendable consultar a tu médico de cabecera para que te haga un chequeo y pueda asesorarte sobre qué tipo de ejercicio te iría mejor según tu salud y estado físico.
Si por el contrario tus días también tienen solo 24 horas y están todas ocupadas, saber qué calorías gastas al realizar las rutinas diarias te ayudará a desempeñarlas con mejor ánimo.
Todo lo que comporta una actividad física que hace sudar conlleva quemar calorías. Así pues, tareas de casa como limpiar cristales, hacer la cocina o el baño, colgar cuadros u ordenar armarios, por ejemplo, son actividades que requieren de un esfuerzo físico. Piensa que solo barrer y fregar el suelo, escurriendo bien la fregona pueden hacerte perder más de 300 calorías. Seguro que a partir de ahora verás la fregona con otros ojos.
Cuando vayas al supermercado, o hacer la compra en general, alarga tu tiempo y revisa los pasillos, además de encontrar nuevas ofertas caminarás más tiempo. Primero de todo mete en el carrito lo más pesado (botellas y detergentes) para que al empujarlo por el supermercado tengas que hacer un poco más de esfuerzo. Al ir a casa, si llevas la compra en bolsas, recuerda repartir el peso en ambas manos para que no se cargue demasiado un costado del cuerpo. ¿Sabes cuantas calorías habrás quemado? 260.
Salir a pasear el perro, haga frío o calor, será una ocasión excelente para caminar un buen trecho, especialmente si tu jornada diaria implica estar horas en una silla. Alarga el paseo, tu perro te lo agradecerá y tu circulación también. Según el ritmo que lleves puedes llegar a quemar hasta 480 calorías por hora. ¿Piensas ya en darle también un buen paseo por la mañana?
Los niños son vitalidad, una fuente inagotable de energía. Si tienes nietos o sobrinos aprovecha sus visitas para pasar un rato de juegos con ellos. Una hora de juegos puede hacerte quemar hasta 300 calorías. Correr con ellos en el parque, jugar al escondite, al fútbol, saltar, pasarse el balón… Ellos encantados y tú también haciendo ejercicio.
Durante la noche, cuando dormimos, la actividad funcional de nuestro cuerpo (mantener la temperatura corporal, bombear la sangre, regenerar las células, etc.), nos hace perder alrededor de 480 calorías en total. Así, hacer una siesta a media tarde de una hora, además de recuperar fuerzas después de haber hecho las tareas domésticas de la mañana, nos permitirá quemar alrededor de 60 calorías más. No es mucho, pero todo suma.
Estas son solo algunas actividades, pero hay otras rutinas que nos pueden ayudar a mantener la línea, como es subir las escaleras o bajar del transporte público una parada antes e ir caminando. Otras menos obvias serían coser (150 calorías), ver la tele (50) y besar (en función de la pasión que se le ponga). Incluso hay quien afirma que masticar chicle puede hacernos perder alguna caloría, no se especifica el sabor que ha de tener el chicle, solo que sea sin azúcar. Si además llevamos una dieta equilibrada, el éxito está asegurado.