Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorHace ya un año que convivimos con la Covid-19, que nos hemos visto en la necesidad y la obligación de tomar múltiples medidas de prevención y seguridad para evitar contagiarnos y contagiar a aquellas personas con las que nos cruzamos a lo largo del día. Esto ha hecho que, además de la ventilación de los espacios, la distancia de seguridad y los geles hidroalcohólicos, las mascarillas formen parte nuestro vestimenta o, como dicen los influencers, nuestro outfit. Y es que no podemos, ni debemos, salir de casa sin ella.
Ante la llegada de nuevas cepas de este coronavirus, como es la británica, mucho más contagiosa que la que hemos tenido durante el 2020, y la recién llegada cepa brasileña, de la que el pasado viernes 5 de febrero las autoridades confirmaron ya un caso en España; los expertos en salud recomiendo la obligatoriedad del uso de la mascarilla FFP2 para protegernos, evitando las mascarillas higiénicas, las quirúrgicas, las de tela con filtro y, por supuesto, las caseras.
Si bien desde el Gobierno aún no se ha tomado la decisión de hacer obligatorio el uso de las mascarillas FFP2, todo indica que, ante la irrupción de estas nuevas cepas que parece que se propagan con más facilidad, las recomendaciones de los virólogos y la petición que se ha realizado desde algunas Comunidades Autónomas acabarán siendo obligatorias.
Y aquí es donde saltan las alarmas ¿sabemos realmente distinguir las mascarillas FFP1, FFP2, FFP3 de las falsas o, mejor dicho, de las que no están homologadas y por lo tanto su eficacia no está certificada?
Son muchas las empresas y comercios que han visto en las mascarillas una oportunidad de negocio y en ocasiones, a pesar de que se trata de algo tan importante como la salud, se encuentran en el mercado algunas mascarillas falsas que llegan al consumidor gracias a su bajo coste.
Para evitar que nos den gato por liebre hay que revisar que la mascarilla lleve impresa una leyenda del fabricante, la normativa europea y el organismo que las ha certificado.
Desde el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo obligan a que las mascarillas FFP2 cumplan con el Reglamente (UE) 2016/425 que es el que regula todo aquello relativo a los equipos de protección individual, es decir, aquellos productos que se llevan puestos o se sostienen para protegerse contra uno o varios riesgos para la salud o seguridad.
Desde la OCU nos enseñan qué datos buscar en la mascarilla a la hora de comprarlas:
Finalmente, hay que recordar que la mascarilla es un elemento de protección, es la barrera entre el SARS-CoV-2 y tú, por eso es importante que te protejas bien utilizando mascarillas homologadas que presenten una buena protección a través del filtrado.