Cuando los temblores que padecen las personas mayores no obedecen solo al párkinson

El descubrimiento del párkinson se debe al médico inglés, James Parkinson. Fue el primero de todos en describir y poner nombre a los síntomas de una patología que tiene en los temblores una de las señales más evidentes y conocidas por todos.

Un movimiento incontrolable que es una de las principales manifestaciones (junto con la lentitud a la hora de moverse y hacer actividades cotidianas o la rigidez muscular) de esta patología que afecta al sistema nervioso central. En nuestro país, el número de afectados alcanza la cifra de 150.000 personas según datos que maneja la Fundación del Cerebro (@fundcerebro). 

Sin embargo, esa primera señal evidente no siempre está asociada a que esa persona padezca párkinson; sino que los temblores, sobre todo en el caso de las personas mayores, pueden obedecer a otras causas que hoy descubrimos.

Pero, antes de conocerlas, profundicemos algo más en las características de los temblores, que pueden definirse como ese estremecimiento o movimiento involuntario de cualquier parte del cuerpo. Sin embargo, sobre todo se nota en las manos. 

Tipos de temblores y sus causas más frecuentes

En general se pueden distinguir varios tipos de temblor. Así, cuando ese movimiento se produce en una parte afectada del cuerpo que está en reposo tenemos lo que se conoce como temblor estático. Si, al contrario, el temblor aparece con el movimiento de esas extremidades y desaparece en reposo es de intención; y postural cuando esos temblores son evidentes al mantener la misma postura durante un tiempo.

Como hemos dicho, esta alteración de los movimientos, que en muchos casos aparecen de forma esporádica sin condicionar totalmente la calidad de vida de estas personas, no siempre responde a una patología grave:

• Puede ser la respuesta cuando una persona está sometida a una situación de estrés que afecta a su salud tanto física como mental.
• Tanto el abuso como la abstiencia de alcohol puede provocar temblores en el cuerpo de estas personas enganchadas a la bebida. Lo mismo que si no seguimos un consumo moderado de café u otro tipo de bebidas que contengan cafeína. 
• Efectos secundarios de ciertos medicamentos para tratar dolencias comunes. 
• Temblores que tienen un componente hereditario debido a una alteración en el cerebelo (en el sistema nervioso central), relacionados con problemas de tipo vascular o con dolencias variadas como pueden ser la hipoglucemia, la esclerosis múltiple o el hipertiroidismo. 

Si estos movimientos involuntarios se producen muy de vez en cuando o por una causa puntual y no interfieren en la vida normal de estas personas, no es ni siquiera necesario seguir un tratamiento farmacológico. En estos casos es bueno mantener una alimentación saludable para ayudar a que estos episodios no se reproduzcan de forma frecuente. Así, en la dieta de estas personas no pueden faltar sobre todo los alimentos ricos en antioxidantes.