Salud

Tener un estilo de vida saludable reduce hasta un 59% la mortalidad tras un infarto

Álvaro Valdés

Foto: Bigstock

Lunes 10 de marzo de 2025

4 minutos

En este estudio realizado por investigadores españoles se han analizado 685 pacientes

Tener un estilo de vida saludable reduce hasta un 59% la mortalidad tras un infarto (BigStock)
Álvaro Valdés

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Lunes 10 de marzo de 2025

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Investigadores de la Fundación Jiménez Díaz, junto con el Instituto de Investigación Sanitaria y la Universidad Autónoma de Madrid, han realizado un estudio que destaca la importancia de un estilo de vida saludable para reducir el riesgo de eventos isquémicos y la mortalidad tras un síndrome coronario agudo.

Publicado en la revista American Journal of Preventive Cardiology, el estudio muestra que adoptar hábitos saludables puede disminuir un 35% el riesgo de eventos isquémicos o muerte y un 59% la mortalidad total.

El estudio, liderado por los doctores José Tuñón y Luis M. Blanco-Colio, ambos vinculados al Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV), y con la participación de la Dra. Ester Cánovas, se centró en analizar a 685 pacientes con antecedentes de síndrome coronario agudo.

El estudio observacional, prospectivo y multicéntrico ha analizado a 685 pacientes con antecedentes de síndrome coronario agudo, mediante la observación de su estilo de vida tras el evento isquémico, otorgando una puntuación de 0 a 7 según el cumplimiento de los siguientes hábitos saludables: consumo de frutas y verduras, ingesta regular de pescado, evitar ingerir más de siete bebidas alcohólicas semanales, control del estrés, práctica de ejercicio físico, vida laboral activa y abandono del tabaco.

 

Tener un estilo de vida saludable reduce hasta un 59% la mortalidad tras un infarto (BigStock)
Fuente: BigStock

 

Durante un seguimiento de casi cinco años, los pacientes que alcanzaron una puntuación de 4 o más mostraron una reducción significativa en el riesgo de eventos isquémicos y mortalidad. Además, se observó una mejora en su perfil lipídico y una disminución de la inflamación, lo que subraya el impacto positivo de estos hábitos en la salud cardiovascular.

A pesar de los avances en tratamientos médicos como las estatinas, el estudio reafirma que los hábitos saludables son fundamentales para mejorar la supervivencia y calidad de vida de los pacientes con enfermedades cardiovasculares. El doctor Tuñón enfatiza que "los hábitos saludables siguen desempeñando un papel esencial e independiente para la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes con enfermedades cardiovasculares".

Incluso en pacientes que siguen una terapia médica óptima, la adopción de un estilo de vida saludable sigue ofreciendo beneficios significativos en términos de reducción de estos eventos y mortalidad. Por ello, "se pone de manifiesto que los avances farmacológicos no deben eclipsar la importancia de las intervenciones sobre este modo de vida saludable".

Por último, el trabajo hace un llamamiento para aumentar la concienciación de los beneficios de seguir estas pautas para prevenir eventos cardiovasculares, incluso en pacientes que reciben un tratamiento médico óptimo. En este sentido, cabe incidir en los pacientes con cardiopatía coronaria, ya que tienden a mostrar una menor adherencia a este estilo de vida que al tratamiento farmacológico. En concreto, solo la mitad de ellos siguen los consejos médicos.

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Álvaro Valdés

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