Manuela Martín
Salud
Tengo que hacerme un TAC: ¿Qué debo saber?
El TAC es una prueba rápida, indolora y precisa para observar nuestro cuerpo internamente
Si el médico te ha indicado que tienes que hacerte un TAC, seguramente será para descartar o identificar alguna lesión o problema interno. Pero ¿sabes en qué consiste exactamente? A continuación, vamos a darte todos los detalles y explicarte qué debes saber sobre esta prueba.
La Tomografía Axial Computarizada o comúnmente conocido como TAC, es una prueba diagnóstica mediante rayos X para la obtención de una imagen del interior de nuestro organismo.
Mediante esta prueba obtenemos múltiples imágenes o fotografías del interior del cuerpo que pueden ser vistas de manera transversal e incluso tridimensional.
Este tipo de pruebas nos permitirá ver con más precisión que las pruebas de rayos X los órganos internos, huesos, tejidos blandos o vasos sanguíneos, especialmente de la zona del tórax, abdomen y pelvis. El radiólogo podrá diagnosticar enfermedades cardiovasculares o infecciosas, cáncer, trastornos musculoesqueléticos o traumatismos, por ejemplo.
¿En qué consiste la prueba?
Para este tipo de pruebas debemos tumbarnos en una camilla la cual será introducida dentro de una máquina en forma de túnel desde la que se obtendrán las fotografías. Es posible que debamos quitarnos la ropa y ponernos una bata para el examen.
Este tipo de pruebas puede ser con contraste o sin él. En el primer caso, nos inyectarían un líquido por vía intravenosa para destacar una zona. En estos casos, lo habitual es no ingerir alimentos o bebidas unas horas antes de realizarnos la prueba.
El material de contraste intravenoso podría provocarnos algo de calor o enrojecimiento e incluso podría generarnos cierto gusto a metálico en la boca, algo que se pasará.
Es importante que no acudamos con objetos metálicos como pendientes o broches. Por ello, es posible que el médico nos solicite retirarnos incluso la dentadura postiza, audífono o piezas dentales extraíbles, en el caso de que tengamos.
Es importante que avisemos a nuestro médico si tomamos algún tipo de medicamento o tenemos alguna alergia antes de continuar.
Igualmente, te aconsejamos que estés tranquilo durante la prueba ya que en todo momento podrás hablar con el especialista mediante los micrófonos disponibles en el aparato.
Durante la exploración la máquina puede moverse para tomar correctamente las imágenes.
Son exámenes sencillos y sin dolor que suelen durar unos 30 minutos, además de otros 10 en el caso de necesitar contraste.
Después de un examen por TAC no quedan restos de radiación en el cuerpo.
Es importante que consultes con tu médico o radiólogo sobre los riesgos y los beneficios de la exploración por TAC, así como cualquier otra duda que te pueda surgir antes de someterte a una prueba de este tipo.