Qué tipos de osteoporosis existen y cómo tratar cada una

En España, casi tres millones de personas sufren de osteoporosis, una enfermedad que consiste en la disminución de la densidad de la masa ósea, es decir, que nuestros huesos se vuelven más frágiles y, por consiguiente, estamos más expuestos ante, cualquier golpe o caída, tener una fractura.

A partir de los 65 años, las roturas de huesos pueden ser un verdadero problema médico y sanitario, de hecho, la más complicada, la fractura de cadera ya afecta a 7 de cada 1.000 habitantes mayores de esta edad y, en fase aguda, tiene una mortalidad del 8%, según datos que se ofrecieron en el último congreso de la Sociedad Española de Medicina Interna.

Esta enfermedad, contrariamente a lo que se suele pensar, no entiende de géneros, ya que afecta por igual a mujeres y a hombres, y es muy importante que nuestro médico identifique la causa de la osteoporosis, que puede deberse a enfermedades hepática, hipercalciuria (una anomalía que provoca una excreción excesiva de calcio por la orina) o hipogonadismo (trastorno genético para secretar una hormona específica). Sin embargo, también es importante determinar el factor genético, ya que nuestra masa ósea está determinada en un 90% en nuestros genes.

¿Qué tipo de osteoporosis nos podemos encontrar?

Pueden ser provocadas por enfermedades o fármacos que provocan una pérdida de tejido óseo, lo que llamaríamos osteoporosis secundarias.

Por otro lado, tenemos las osteoporosis primarias, que a su vez se divide en dos tipos.

• Posmenopáusica o por deficiencia de estrógenos. Se produce en mujeres tras la menopausia y como consecuencia de un déficit en la producción de estrógenos. Estas hormonas frenan la pérdida de masa ósea cuando el calcio en sangre disminuye, un ritmo que acelera tras la retirada de la menstruación debida a la edad. Las consecuencias son fracturas de hueso, sobre todo de radio y de vértebras lumbares, lo que provoca dolor lumbar o dorsal y la pérdida de estatura. En hombres este tipo de osteoporosis es muy rara ya que está asociada a la disminución en la producción de andrógenos, la hormona masculina.
• Relacionadas con la edad. Esta osteoporosis no entiende de género y afecta a ambos por igual a partir de los 70 años. Se producen fracturas de cadera, aplastamientos y fracturas de vértebras, con dolores de espalda, también pérdida de talla y deformidades en la columna, como es la cifosis, más comúnmente conocida como joroba.

Cómo cuidar nuestros huesos

Para frenar la aparición de la osteoporosis, y contar con una buena salud ósea, es fundamental tanto el calcio como el fósforo y la vitamina D, así como otros nutrientes como el zinc, la vitamina K y el magnesio. Todos ellos pueden aportarse gracias a una dieta adecuada y, ante la duda, lo mejor es consultar con nuestro médico.

Los lácteos, aunque ciertas modas los quieran relegar, son el mejor aporte de este tipo de nutrientes esenciales para nuestros huesos. También podemos encontrar alimentos enriquecidos con calcio, pero hay que dejarse aconsejar por nuestro médico para ingerir las cantidades adecuadas.

Además de los lácteos, hay otros alimentos que también nos ayudan en nuestra salud ósea como son las judías y derivados, los frutos secos y semillas, pescados como las sardinas en lata pequeñas con espinas, verduras como los grelos o el brócoli, frutas como la naranja, cereales en grano como la harina de trigo integral, el azúcar moreno o las algas, entre otros.