María Liébana
Consumir café, especialmente con cafeína, se relaciona con un menor riesgo de deterioro cognitivo
El café, la bebida que se obtiene a partir de los granos tostados y molidos de los frutos de la planta del café, es una de las favoritas del mundo occidental. Aunque es originario de Etiopía y la península arábiga, su consumo se ha extendido por toda América y Europa. De hecho, el café es una de las tres bebidas más consumidas del mundo.
Su compuesto principal es la cafeína, una sustancia psicoactiva con importantes efectos sobre nuestro sistema nervioso, lo que convierte al café en una bebida altamente estimulante. Este hecho ha despertado el interés del mundo científico y ya son numerosos los estudios publicados sobre sus propiedades a lo largo de los últimos años.
El consumo de café, especialmente con cafeína, se relaciona con un menor riesgo de deterioro cognitivo en personas con un alto riesgo cardiovascular. También hay evidencia científica de que puede reducir el riesgo de padecer cáncer o enfermedades cardiovasculares. Y recientemente, nuevos estudios añaden otro descubrimiento sobre esta bebida tan popular: los componentes del café no solo nos despiertan y nos hacen sentir más activos, sino que también refuerzan la memoria.
Según un estudio desarrollado por la Universidad Johns Hopkins (EE.UU.) y publicado en la revista Nature Neuroscience, gracias a los efectos de la cafeína, tomar un café justo después de haber afrontado un trabajo importante refuerza nuestra memoria.
El CIBER de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBEROBN) y del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili, también han trabajado en otro estudio sobre el tema, publicado en la revista European Journal of Nutrition. En este trabajo se observó que, a la hora de analizar los resultados de los cuestionarios realizados a los sujetos participantes, aquellos que tomaban café presentaban un menor deterioro cognitivo en comparación con los que no lo hacían.
La clave está en la cafeína
La razón estaría en que el consumo moderado de café podría reducir la formación de placa beta-amiloide, que tiene efectos tóxicos sobre las neuronas y es la antesala del alzhéimer.
Se cree que es debido a los efectos de la cafeína porque era el café con cafeína el que otorgaba ese efecto protector, mientras que no se ha detectado que el café descafeinado aportara algún otro beneficio extra.
Pero hay más. Según los resultados del estudio el café no solo se presenta como un protector de la memoria. También protege otras funciones cognitivas como la atención y mejora el estado del ánimo.
¿Cuánto café es el adecuado?
En cuanto a la cantidad de café, se comprobó que las personas que tomaban 2 o más tazas de café con cafeína (100 ml) tenían menos riesgo de demencia en comparación con aquellos que tomaban solo una al día.
Pero debemos recordar que el abuso del consumo de café no es bueno, ya que, en grandes dosis, puede causar insomnio y fatiga mental, y tampoco ayuda a lidiar con el estrés y la ansiedad.
