Más de 55 millones de personas tienen demencia en todo el mundo, y cada año se diagnostican casi 10 millones de casos nuevos, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, esta enfermedad que afecta al cerebro es la séptima causa de defunción en la actualidad.
Teniendo en cuenta estos datos, la comunidad científica trabaja continuamente para encontrar nuevas terapias y tratamientos que ayuden a frenar el deterioro cognitivo. Lo que se conoce hasta el momento, tal y como recuerda la OMS, es que los factores de riesgo que aumentan las probabilidades de desarrollar la enfermedad son la edad, la hipertensión arterial, el exceso de azúcar en sangre y de peso, el tabaquismo, el consumo de alcohol, la inactividad física, el aislamiento social y la depresión.
Ahora bien, de todos estos factores, son tres los que aceleran el proceso de envejecimiento cerebral, tal y como explican los investigadores del Departamento de Neurociencias Clínicas de la Universidad de Oxford en un estudio publicado en la revista Nature.
Para conocer cuáles son estos factores, el equipo analizó los escáneres cerebrales de 40.000 personas mayores de 45 años que forman parte del Biobanco del Reino Unido. Tras este análisis, no solo han identificado estos tres factores, sino que, además, se dieron cuenta de que hay una red específica de regiones en el cerebro que se desarrollan más tarde durante la adolescencia, y que luego se deteriora antes con la edad.
Precisamente esta red es el que se ve afectado por siete variaciones del genoma humano, haciendo que el cerebro tenga más probabilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares, esquizofrenia, y también el alzhéimer o el párkinson.
Los factores de riesgo
Otro de los descubrimientos de este análisis ha sido la identificación de dos antígenos del grupo sanguíneo XG, que se encuentran en los cromosomas sexuales, que también influyen en la red.
Sabiendo ya cuál es el punto débil del cerebro, los investigadores han sido capaces de examinar cómo afectan cada uno de los factores de riesgo en el deterioro cognitivo del cerebro, y han descubierto que la diabetes, el alcohol y la contaminación del aire son los tres factores más dañinos relacionados con la demencia.
Al parecer, lo que tienen en común estos tres factores es que provocan procesos inflamatorios cronificados, estrés oxidativo neuronal y daño en el sistema vascular del cerebro. Además de aumentar el riesgo de demencia, también aumentan el riesgo de accidentes cerebrovasculares isquémicos por la falta de oxígeno o hemorrágicos.
El equipo cree que gracias a este descubrimiento se podrán desarrollar nuevas estrategias para intervenir de manera específica en estos tres factores concretos.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.