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El 12% de los mayores de 65 años en España son fumadores y uno de cada cinco fallece por causas relacionadas con el tabaco. En el Día Mundial Sin Tabaco, que se celebra este viernes 31 de mayo, cabe recordar que fumar incrementa el riesgo de sufrir cáncer, cardiopatía isquémica, ictus, enfermedad vascular periférica y claudicación intermitente, lo que supone un mayor riesgo en las personas de edad avanzada.
Esta sustancia nociva se asocia con al menos seis de las 14 principales causas de muerte en las personas de más de 60 años y supone un factor de complicación de al menos otras tres. Pero nunca es tarde para dejarlo: los estudios clínicos concluyen que quien deja de fumar antes de los 50 años disminuye el riesgo de morir por una enfermedad relacionada con el tabaco en un 50%, mientras que quien deja de fumar a los 65 años reduce ese riesgo en un 10%.
Incidir en la importancia de dejar de fumar es una labor de toda la sociedad y, especialmente, de los profesionales sanitarios. El síndrome de abstinencia alcanza los mayores picos a las 24-36 horas de haber fumado el último cigarrillo y se mantiene con alta intensidad durante unos siete o diez días, para descender poco a poco en las siguientes dos y cuatro semanas.
En el caso de las personas mayores, hay que prestar mayor atención a las patologías que pueden verse alteradas. Por ejemplo, se debe valorar la relación riesgo/beneficio de la utilización de sustitutos de nicotina en mayores que hayan sufrido recientemente algún infarto de miocardio, angina de pecho, arritmias cardiacas graves o accidentes cardiovasculares porque en cualquier intervención clínica siempre debe pesar el beneficio clínico y el impacto sobre la calidad de vida.
El tabaco está detrás de un tercio de los tumores
La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) recuerda también que entre el 30 y el 50% de los tumores son evitables adoptando hábitos de vida saludables. Uno de los principales factores de riesgo de padecer un cáncer es el tabaco: es responsable de hasta un 33% de los tumores y de hasta un 22% de las muertes por cáncer, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El consumo de tabaco, como factor determinante de múltiples enfermedades y como primera causa conocida de mortalidad y morbilidad evitable, constituye "un problema de salud pública de primer orden", a juicio de SEOM. De acuerdo con los datos de la OMS, más de 1,1 billones de personas consumen tabaco.
Según las estimaciones de la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN), el cáncer de pulmón pasará de ser el cuarto tumor más diagnosticado en España en mujeres en 2015 al tercero más incidente en 2019, principalmente debido al aumento del consumo de tabaco entre las mujeres.
SEOM comenta que el hábito de fumar sigue siendo el responsable del mayor número de muertes por cáncer en la Unión Europea, y el 85-90% de los casos de cáncer de pulmón pueden atribuirse directamente al tabaco (fumadores activos o fumadores pasivos). "Vivir con un fumador activo se asocia con un aumento del 20 al 30% del riesgo de cáncer de pulmón. Cerca de la mitad de los fumadores fallecerán por causas relacionadas con el tabaco", añaden.
Por otra parte, argumentan que el tabaco es un factor de riesgo para la aparición del cáncer de pulmón, pero también en distintos tumores como cavidad oral, faringe, laringe, esófago, estómago, cuello de útero, vejiga, intestino (colon y recto), riñón, páncreas y próstata, además de la leucemia mieloide aguda.
"Se estima que el efecto carcinógeno del tabaco se asocia al 16-40% de los casos de cáncer en general. De ahí que el hecho de no fumar se considere en la actualidad como la mejor medida preventiva frente al cáncer. El tabaco es responsable directo del 85 al 90% de los cánceres de pulmón, pero no solo causa cáncer de pulmón, sino otras tumores, así como enfermedades respiratorias y cardiocirculatorias", concluyen.