Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autorEl artículo de JF Gastón Añaños y colaboradores titulado “Posible causa de la pandemia por coronavirus”, con el enunciado “Interferencia inmunológica entre el POLISORBATO 80 de la vacuna antigripal adyuvada y el SARS-CoV-2” relaciona la mala evolución de algunas personas infectadas por SARS-CoV-2 con la exposición previa a la vacuna frente a la gripe, la vacuna adyuvada Chiromas usada en la campaña 2019-2020.
No se trata de un estudio científico formal, sino de un borrador en el que se exponen una serie de especulaciones en torno a la experiencia de los autores con los enfermos con Covid-19. El problema es que muchas personas lo han dado por válido y no es el único bulo que circula atribuyendo una relación entre la vacunación de la gripe estacional y la pandemia.
La Sociedad Española de Inmunología se ha posicionado contra dicho el texto y afirma que las vacunas se componen de cuatro componentes principales: Un immunógeno (es la parte del patógeno que se incluye en la vacuna para que el organismo lo reconozca y desarrolle anticuerpos contra ella), un adyuvante (se usa para potenciar la respuesta inmunizaría contra el inmunógeno), excipientes (se usan para estabilizar la formula y facilitar su conservación) y agua o suero salino para facilitar la inyección. Todos los componentes de las vacunas, y de todos los medicamentos en general, están sujetos a estrictos controles de seguridad. En el caso del polysorbato 80, se ha demostrado que es muy seguro a las dosis que se administran.
También la Asociación Española de Vacunología (AEV) desmiente categóricamente la información sobre la asociación entre el polisorbato 80 y la infección por SARS-CoV-2: “En todos los países del mundo las muertes por coronavirus se han concentrado en las edades más avanzadas de la vida, sin embargo hay grandes variaciones en cuanto a la cobertura de vacunación de gripe en estos grupos, desde el 5% en China hasta más del 70% en Reino Unido”, comenta. A lo que añade que el polisorbato 80 también se incluye en algunas de las vacunas del calendario sistemático infantil, sin embargo, los niños han sido los menos afectados por la Covid-19 en todo este tiempo.
Para la AEV, “parece evidente que las hipótesis y resultados de los autores contravienen los principios de la epidemiología y la metodología de la investigación y perjudica los esfuerzos que a diario se realizan por parte de numerosos grupos y profesionales sanitarios que trabajan para mantener y mejorar las coberturas de vacunación en niños, adultos y grupos de riesgo y, por tanto, el estado de salud de la población”.
El Ministerio de Sanidad recuerda que es muy importante mejorar las coberturas vacunales frente a la gripe alcanzadas en las pasadas temporadas, y no hay un mayor riesgo de infectarse por SARS-CoV-2 o de padecer Covid-19 de mayor gravedad por haber recibido una vacuna frente a la gripe, y que bien al contrario, la vacunación antigripal podría reducir la mortalidad de la Covid-19.
En las actuales circunstancias, la campaña de vacunación frente a la gripe de la temporada 2020-2021 se plantea como un reto de salud pública en el que las autoridades sanitarias están depositando la esperanza de paliar el impacto de una posible coincidencia de la gripe estacional y la pandemia de Covid-19 aún activa. La campaña comenzará en el mes de octubre, y los objetivos propuestos son alcanzar al 75 % de los mayores de 65 años y los profesionales sanitarios y colectivos sociales prioritarios, y del 60 % en gestantes y personas con factores de riesgo.