La enfermedad de Alzheimer, que afecta actualmente a cerca de un millón de personas en España, está muy lejos todavía de ser curable. Sin embargo, son muchos y diferentes los estudios que tratan de convertirla, al menos, en una enfermedad tratable, buscando factores de riesgo y las mejores formas de prevenirla, retrasar su aparición o reducir el sufrimiento de los pacientes.
En este sentido, la autora del estudio, Ruth Brauer, del University College de Londres, explicaba, según recoge la Academia Estadounidense de Neurología en una nota, que " aunque estamos avanzando con los nuevos tratamientos para la enfermedad de Alzheimer que funcionan para eliminar las placas amiloides en el cerebro de personas con etapas tempranas de la enfermedad, necesitamos desesperadamente tratamientos que puedan prevenir o retrasar el desarrollo de la enfermedad".
"La reutilización de los inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5 (PDE5I) como fármacos para reducir el riesgo de enfermedad de Alzheimer se ha mostrado prometedora según estudios en animales", señalaban en el estudio los investigadores, que apuntaban que la evidencia en humanos no era concluyente. Por ello, realizaron este estudio para así analizar la relación entre estos fármacos utilizados para tratar la disfunción eréctil con el riesgo de desarrollar alzhéimer.
Para esta investigación, utilizaron registros electrónicos de IQVIA Medical Research Data UK de hombres mayores de 40 años con un diagnóstico de disfunción eréctil, dejando fuera a las personas que tenían un diagnóstico previo o prescripción de síntomas de demencia. De esta forma, los investigadores compararon el 55% de los participantes que tenían recetas para estos medicamentos con el 45% que no tenían, y observaron que, del total de 269.725 hombres participantes, que tenían una media de edad de 59 años, 1.119 fueron diagnosticados con alzhéimer durante un periodo de tiempo medio de cinco años en los que se llevó a cabo el seguimiento.
Los resultados del estudio revelaron que el uso de medicamentos para la disfunción eréctil, que funcionan dilatando los vasos sanguíneos para permitir que fluya más sangre y que se desarrollaron originalmente para tratar la presión arterial alta, estaba relacionado con un 18% menos de probabilidades de desarrollar alzhéimer. Esta asociación era aún mayor en los participantes que recibieron recetas con mayor frecuencia.
"Estos resultados son alentadores y justifican más investigaciones", afirmaba la autora, especialmente para "aprender más sobre los posibles beneficios y mecanismos de estos medicamentos y analizar la dosis óptima". Considera, así, que sería conveniente llevar a cabo "un ensayo controlado aleatorio con participantes masculinos y femeninos para determinar si estos hallazgos se aplicarían también a las mujeres".
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.