Manuela Martín
Salud
La vitamina D, esencial para una buena hidratación
10 o 15 minutos al sol pueden ayudarnos a generar vitamina D de manera natural
El consumo de vitamina D es muy importante ya que nos ayuda a absorber calcio y fósforo, fundamentales para los huesos, especialmente durante el envejecimiento. Pero, además, tiene numerosas propiedades y efectos positivos en tratamientos contra el acné, la rosácea, la cicatrización, la psoriasis, la alopecia, el vitíligo o la dermatitis atópica, entre otras afecciones de la piel.
Esta relación entre la vitamina D y nuestra piel se debe a que es aquí donde nuestro cuerpo tiene la capacidad de sintetizar esa vitamina. Al tomar el sol durante unos 10 o 15 minutos al día activamos nuestra piel para que genere de manera natural vitamina D en nuestro cuerpo, la cual es muy beneficiosa para ciertos problemas dermatológicos. Las radiaciones solares producen mejoría en problemas dermatológicos como el acné y la psoriasis, de ahí su explicación.
Al tratar la psoriasis, enfermedad que se debe a una aparición excesiva de queratinocitos, con cremas ricas en Vitamina D se ha visto que esta vitamina es capaz de regular la proliferación de los queratinocitos, las células más importantes de la piel.
Con la edad disminuye la creación de vitamina D de manera natural haciendo que nuestra piel aparezca desestructurada, poco lisa, más frágil, deshidratada, poros muy abiertos etc.…
Estos problemas en la piel también ocurren por una dieta deficiente en vitamina D o el empleo de cremas protectoras solares demasiado altas, lo cual, aunque es necesario, no debe ser excesivo, ya que debemos dejar pasar la luz solar a nuestra piel, algo imprescindible para que se produzca el proceso fotoquímico de la síntesis de vitamina D3.
Es una vitamina que encontramos en muchos alimentos como pueden ser los pescados azules (caballa, sardina, atún, salmón…), el hígado, el queso, las setas, algunas algas, la levadura y la yema de huevo. También encontramos esta vitamina en los productos lácteos, margarinas, cereales de desayuno o bebidas vegetales.
Además, esta vitamina influye en nuestra salud cardiovascular, en la fertilidad, en la buena marcha del embarazo, en ciertas patologías nerviosas e incluso en algunos tipos de cáncer, por lo que su consumo es necesario.
No debemos excedernos
Del mismo modo que puede ser beneficiosa para nuestro organismo, un exceso consumo de vitamina D puede ser perjudicial para la salud, dañando nuestros riñones y elevando el nivel de calcio en sangre. De ahí que no este recomendado el consumo de suplementos vitamínicos sin consultar con un especialista.
Un exceso de esta vitamina podría provocar náuseas, vómitos, falta de apetito, estreñimiento, debilidad y pérdida de peso.