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Hace menos de tres meses ni siquiera habíamos oído hablar de él, pero, en muy poco tiempo, ha puesto patas arriba nuestras vidas. El coronavirus ha vaciado nuestras calles, ha cambiando nuestras rutinas, se ha llevado por delante nuestros trabajos, ha cancelado nuestros planes, nos ha confinado en nuestras casas, ha colapsado nuestros hospitales, nos ha arrebatado los besos y los abrazos y nos mantiene sumidos en la preocupación permanente. El bombardeo continuo de noticias desalentadoras y las crudas cifras diarias de contagiados y fallecidos, como si de un parte de guerra se tratara, no ayudan a mirar con esperanza los próximos meses, pero lo cierto es que también hay otras muchas razones para ser positivos. Porque en esta crisis sanitaria, también hay buenas noticias.
El microbiólogo, Ignacio López Goñi (@microbioblog), de la Universidad de Navarra, ha recopilado las noticias positivas sobre el coronavirus en un artículo publicado en The Conversation que ha superado los 30 millones de visitas en todo el mundo. López Goñi compagina su faceta académica con la divulgación científica y su blog MicroBIO es uno de los mejores canales de información sobre virología en la actualidad. Su artículo nos da algunas claves para ser optimistas.
1. Sabemos quién es
Los primeros casos de sida se describieron en junio de 1981 y se tardó más de dos años en identificar al virus causante de la enfermedad. Los primeros casos de neumonía severa se notificaron en China el 31 de diciembre de 2019 y para el día 7 de enero ya se había identificado el virus. El genoma estuvo disponible el día 10. Ya sabemos que se trata de un nuevo coronavirus del grupo 2B, de la misma familia que el SARS, por lo que le hemos denominado SARSCoV2. La enfermedad se llama COVID19.
Está emparentado con coronavirus de murciélagos. Los análisis genéticos confirman que tiene un origen natural reciente (entre finales de noviembre y principios de diciembre) y que, aunque los virus viven mutando, su frecuencia de mutación no es muy alta.
2. Sabemos cómo detectarlo
Desde el 13 de enero está disponible para todo el mundo un ensayo de RT-PCR para detectar el virus. En los últimos meses se han perfeccionado este tipo de pruebas y evaluado su sensibilidad y especificidad.
3. China: dos días seguidos sin contagios
Fue en China donde se originó esta pandemia y es en China donde ha comenzado su final. Las autoridades del país asitático anunciaron este viernes que, por segundo día consecutivo, no se ha producido ningún contagio local por Covid-19. Después de ocho semanas de medidas de cuarentena o semicuarentena impuestas en todo el país, comienzan a verse los frutos.
Además, es también el segundo día seguido en el que la información de las autoridades sanitarias chinas muestra una cifra de fallecimientos de un solo dígito (3), después de registrar ocho el día anterior.
El número total de infectados diagnosticados en China continental desde el inicio de la pandemia es de 80.967, de los que han perecido 3.248. También se ha dado de alta a 71.150 personas tras haber superado con éxito la enfermedad, por lo que la cifra de contagiados "activos" en el país asiático es de 6.569, de los cuales 2.136 se encuentran en estado grave.
4. El 80% de los casos son leves
La enfermedad no causa síntomas o son leves en un 81% de los casos. En el 14 % restante puede causar neumonía grave y en un 5% puede llegar a ser crítica o incluso mortal.
5. La mayoría se cura
Los únicos datos que a veces se muestran en los medios de comunicación son el aumento del número de casos confirmados y el número de fallecimientos, pero la mayoría de la gente infectada se cura. Hay 13 veces más pacientes curados que fallecidos, y la proporción va en aumento.
6. No afecta (casi) a los menores de edad
Solo el 3% de los casos ocurre en menores de 20 años, y la mortalidad en menores de 40 años es solo del 0,2 %. En menores los síntomas son tan leves que puede pasar desapercibido.
7. El virus se inactiva fácilmente
El virus puede ser inactivado de las superficies de forma eficaz con una solución de etanol (alcohol al 62-71 %), peróxido de hidrógeno (agua oxigenada al 0,5 %) o hipoclorito sódico (lejía al 0,1 %), en solo un minuto.
El lavado de manos frecuente con agua y jabón es la manera más eficaz de evitar el contagio.
8. Centenares de artículos científicos publicados
Es el momento de la ciencia y la cooperación. En poco más de un mes ya se pueden consultar 164 artículos en PubMed sobre COVID19 o SARSCov2, además de otros tantos disponibles en los repositorios de artículos todavía no revisados por pares (pre-prints). Son trabajos preliminares sobre vacunas, tratamientos, epidemiología, genética y filogenia, diagnóstico y aspectos clínicos.
Estos artículos están elaborados por cerca de 700 autores repartidos por todo el plantea. Es ciencia en común, compartida y en abierto. En 2003, cuando ocurrió lo del SARS, se tardó más de un año en obtener menos de la mitad de artículos. Además, la mayoría de las revistas científicas han dejado en abierto sus fondos sobre los coronavirus.
9. La vacuna, cada vez más cerca
Nuestra capacidad de diseñar nuevas vacunas es espectacular. Ya hay más de multitud de proyectos contra el nuevo coronavirus. Lo que puede alargar su desarrollo son todas las pruebas necesarias de toxicidad, efectos secundarios, seguridad, inmunogenicidad y eficacia en la protección. Por eso, se habla de varios meses u años, pero algunos prototipos ya están en marcha.
Después de que China asegura esta semana que han desarrollado con éxito una vacuna contra el coronavirus y que ya han aprobado la realización de ensayos en humanos, el ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, anunció este viernes que la se que está desarrollando en España en el Centro Nacional de Microbiología (CNB) es una de las que está en un nivel "más adelantado", respecto a otras que se están realizando en otros lugares del mundo.
"Durante esta semana están llegando las últimas porciones del virus, que se están sintetizando en otros laboratorios con lo que colabora el CNB, están ya haciendo las pruebas para eliminar las porciones más activas y virulentas del virus para ir dando los pasos para crear la vacuna", explicó Pedro Duque. El ministro reconoció que "los plazos son inexorables" y que todavía "tardará en llegar", pero mostró su total convencimiento de que la vacuna contra el nuevo coronavirus llegará "a todos los españoles".
10. Ya hay más de 80 ensayos clínicos con antivirales
Las vacunas son preventivas, pero más importante aún es que seamos capaces de curar a las personas que ya están enfermas. En este sentido, y tal y como publica Nature, ya hay más de 80 ensayos clínicos en todo el mundo para analizar tratamientos contra el coronavirus. Son antivirales que se han empleado para otras infecciones, que ya están aprobados y que sabemos que son seguros.
Uno de los que ya se ha ensayado en humanos es el remdesivir, un antiviral de amplio espectro, todavía en estudio, que ha sido ensayado contra el ébola y el SARS/MERS. Es un análogo de la adenosina que se incorpora en la cadena de ARN viral e inhibe su replicación.
Otro candidato es la cloroquina, un antimalárico que también tiene una potente actividad antiviral. Se sabe que bloquea la infección aumentando el pH del endosoma que se necesita para la fusión del virus con la célula, lo que inhibe su entrada. Se ha comprobado que este compuesto bloquea al nuevo coronavirus in vitro y ya se está empleando en pacientes a los que el virus ha causado neumonía.
Lopinavir y Ritonavir son dos inhibidores de las proteasas empleados como terapia antirretroviral que inhiben la maduración final del virus del sida. Como se ha comprobado que la proteasa del SARSCov2 es similar a la del VIH, ya se ha ensayado esta combinación en enfermos por el coronavirus.
Otros ensayos propuestos se basan en el uso del oseltamivir (un inhibidor de la neuraminidasa empleado contra el virus de la gripe), interferón-1b (proteína con función antiviral), antisueros de personas ya recuperadas y anticuerpos monoclonales para neutralizar el virus. Incluso se han sugerido nuevas terapias con sustancias inhibidoras, como la baricitinibina, seleccionadas mediante inteligencia artificial.
Por todo ello, aunque la pandemia de gripe de 1918, mal llamada gripe española, causó más de 25 millones de muertos en menos de 25 semanas, no ocurrirá en este caso algo similar. Nunca hemos estado mejor preparados para combatir una pandemia.