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Un 21,7 por ciento de mujeres adultas en España, en torno a 3,5 millones, reconoce haber sufrido alguna agresión sexual a lo largo de su vida, según datos de la Encuesta sobre cuestiones de actualidad: la violencia sexual contra las mujeres, publicada este miércoles 8 de febrero por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). En el caso de las mujeres mayores, el porcentaje es del 19% de 55 a 64 años; del 19,1% de 65 a 74 años; y de sólo el 7,6% en mayores de 75 años.
La encuesta revela también que un 35,1 por ciento de españoles conoce personalmente a alguien que ha sufrido algún tipo de agresión sexual en su círculo familiar o de amistades; un 27,2 por ciento en la zona donde vive, en su vecindario: y un 17,5 por ciento en su lugar de trabajo o estudio.
En todo caso, un 65,8 por ciento de españoles atribuye que haya más noticias sobre agresiones sexuales a que salen más casos a la luz frente a un 26,7 por ciento que entiende que han aumentado estos delitos.
Sin embargo, más del 74 por ciento cree que las mujeres que sufren una agresión sexual no lo denuncian casi nunca (15,2 por ciento) o lo hacen en pocas ocasiones (59,2 por ciento). Respecto a las que sí denuncian, un 22,1 por ciento cree que esperan mucho tiempo a denunciar, frente a un 37,5 por ciento que creen que esperan algo, pero no demasiado.
¿Por qué no denuncian?
Sobre las razones por las que no denuncian, un 45,1 por ciento sitúa en primer lugar el miedo al agresor; un 15,5 por ciento el miedo de la víctima a que no la crean; y un 15,7 por ciento la vergüenza.
Pero además, el miedo a que la víctima no sea creída se sitúa como la segunda razón más importante, señalada con un 22,1 por ciento, por delante del miedo al agresor. Además, un 13,5 por ciento sitúa el desgaste emocional del proceso judicial como segundo motivo por el que las víctimas no se animan a denunciar.
La encuesta no incluye preguntas sobre la Ley de Libertad Sexual o del 'Sólo Sí es Sí', sobre la relevancia del consentimiento, las rebajas de penas que ha provocado, ni sobre la necesidad o no de reformarla.
Se trata de una de las encuestas monográficas que realiza periódicamente el CIS sobre "cuestiones de actualidad", en este caso la violencia sexual contra las mujeres. El trabajo de campo, más de 2.500 entrevistas telefónicas, se realizó entre los días 20 y 25 de enero, tres meses después de la entrada en vigor de la ley impulsada por el Ministerio de Igualdad.
Respecto al motivo por el que algunos hombres agreden a las mujeres, un 12,2 por ciento cree que la principal causa es que tienen problemas mentales, mientras que un 10,6 por ciento lo achaca a falta de educación y carencia de motivos y valores; un 8,3 por ciento a un bajo nivel educativo; y el mismo porcentaje lo atribuye a sentimientos de poder, superioridad y derechos; un 7,2 por ciento no encuentra ningún motivo; y un 5,8 por ciento lo atribuye al machismo, misoginia y rechazo a la igualdad de género.
Escenarios de agresiones: hogar y lugares de ocio
Un porcentaje similar de españoles, en torno al 40 por ciento opina que los lugares donde con más frecuencia se producen agresiones sexual son o bien el hogar o bien lugares de ocio nocturno, fiestas y festivales.
Por otro lado, un 20 por ciento de españoles cree que no debe ser castigado por ley obligar a la pareja a mantener relaciones sexuales no deseadas, aunque lo vea inaceptable. Casi la mitad, un 48,8 por ciento, no ve tampoco punible hacer comentarios y sugerencias de tipo sexual no deseados a una mujer. Un 28,2 por ciento tampoco castigaría besar a una mujer de forma no deseada y un 9,4 por ciento opina lo mismo en caso de tocamientos a una mujer de forma no deseada. Además, 1,1 por ciento de españoles no castigaría dar de manera deliberda alcohol o drogas a una mujer, sin que ella lo sepa, para poder mantener relaciones sexuales.
Junto con ello, casi un 30 por ciento de españoles ve aceptable en algunas circunstancias pegar a una mujer por mantener relaciones sexuales y otro 32,2 por ciento, aunque no lo ve aceptable, no cree que deba ser castigado por ley.
VIolencia sexual en internet
Por otro lado, un 42,4 por ciento de españoles ve inaceptable hacer comentarios ofensivos o embarazosos en Internet sobre alguna persona pero cree que no deben ser castigados por ley, frente al 44,1 por ciento que se inclina por castigarlo. Además, un 6,6 por ciento cree que estas actitudes son aceptables en algunas circunstancias.
También un 14,8 por ciento ve inaceptable pero no punible el envío de correos electrónicos o mensajes de texto con contenido sexual no deseado, frente a un 80,6 por ciento que sí lo castigaría. Hay un 1,7 por ciento de españoles que lo ve aceptable en algunas circunstancias.
Del mismo modo, hasta un 5,4 por ciento no perseguiría por ley presionar a una persona para que envíe fotos suyas desnuda, frente al 92,7 por ciento que sí lo haría. Y un 1,9% tampoco castigaría chantajear a una persona con difundir fotografías o vídeos suyos de carácter sexual, frente al 97,5 por ciento a favor de castigarlo. Un 73,7 por ciento cree, además, que todos estos comportamientos están muy (21 por ciento) o bastante (52,7 por ciento) extendidos en España.
Casi un 60% ve mucha desigualdad entre hombre y mujeres
Un 58,5 por ciento de españoles cree que la desigualdad entre hombres y mujeres es muy (15,3 por ciento) o bastante grande (43 por ciento) frente a un 38,1 por ciento que las ve pequeñas (26,3 por ciento) o casi inexistentes (11,8 por ciento). Sin embargo, un 67,8 por ciento considera que estas desigualdades son menores que hace diez años, frente a un 20,4 por ciento que las ve iguales y un 10,1 por ciento que las ve mayores.
Por otro lado, en la encuesta, un 13,8 por ciento de españoles afirma haberse sentido discriminado alguna vez por razón de su sexo; un 9,5 por ciento por su aspecto físico; un 9,4 por ciento por su edad; un 7,3 por ciento por su etnia; y un 7,1 por ciento por su clase social o por su barrio de residencia (6 por ciento).
Muy por detrás, un 3,6 por ciento se ha sentido discriminado por sus creencias religiosas; un 2,8 por su orientación sexual; un 2 por ciento por padecer alguna enfermedad; un 1,3 por ciento por su discapacidad y un 1,6 por ciento por su identidad de género.