Sociedad
30 de octubre de 1938: estalla 'La guerra de los mundos' y los marcianos invaden la Tierra
Con 23 años, Orson Welles convenció a todo el país de que estaba siendo atacado por alienígenas
Fue uno de los momentos más gloriosos, y terribles, de la historia de la radio y sucedió el 30 de octubre de 1938. El pánico se desató en Estados Unidos cuando más de un millón de personas, según datos de la Universidad de Princeton, creyeron que el país estaba siendo invadido por alienígenas procedentes de Marte gracias a la dramatización radiofónica que un prometedor joven de 23 años, Orson Welles, hizo de la obra de ciencia ficción La guerra de los mundos, escrita por Herbert George Wells.
En la novela original de H.G.Wells, los marcianos invadían Gran Bretaña, pero Orson Wells la adaptó para la radio y decidió que las criaturas del espacio llegasen a Nueva York y a Nueva Jersey, a través de las ondas de la CBS, precisamente en la víspera de Halloween.
Junto a los componentes del Teatro Mercurio, Wells narró, en forma de informativo radiofónico, cómo unos extraños meteoritos caían sobre la tierra y de su interior surgían las naves invasoras que derrotaban sin dificultad al ejército norteamericano gracias a su "rayo de calor" y a sus gases tóxicos.
El supuesto programa informativo especial interrumpió la programación musical que en ese momento estaba en antena y Orson Wells comenzó a leer con voz grave las primeras líneas del texto escrito por H.G. Wells: "Nadie hubiera creído, en los últimos años del siglo XIX, que nuestro mundo era minuciosamente observado por inteligencias mayores que las del hombre, aunque mortales como él; que, mientras los hombres se ocupaban de sus asuntos, alguien los vigilaba y los estudiaba, quizá tan detalladamente como un científico con un microscopio podría vigilar a las pequeñas criaturas que medran y proliferan en una gota de agua...".
Después un reportero entrevistaba a un astrónomo que confesaba no poder explicarse lo que estaba sucediendo mientras se anunciaba la caída de los meteoritos que más tarde se convertirían en gigantescos y mortíferos cilindros extraterrestres. La invasión estaba en marcha.
A pesar de que durante la introducción del programa y a los 40 minutos de su emisión se advirtió a los oyentes que lo que estaban escuchando era una dramatización de la obra de H.G.Wells, la alarma se generalizó en un país cada vez más convencido de que estaba siendo invadido, puesto que mucha gente no llegó a escuchar el inicio del programa y para cuando llegó el segundo anuncio ya habían entrado en pánico.
El poder de los medios
Las centralistas de las comisarías de policía, instalaciones militares y medios de comunicación de Nueva York y Nueva Jersey, las ciudades que recibieron el supuesto ataque extraterrestre, se colapsaron con llamadas de aterrorizados ciudadanos convencidos del desastre.
El guión radiofónico corrió a cargo de Howard Koch, el mismo que cuatro años después firmaría el guión de la imperecedera Casablanca, y en total, la emisión de la CBS duró una hora. Los primeros cuarenta minutos consistieron en la narración de la invasión y se cerraron con la muerte, a causa de los gases venenosos lanzados por los marcianos, del locutor que narraba los acontecimientos desde la azotea de la emisora de radio. Tras esto, los siguientes 20 minutos consistieron en la narración que realizaba en tercera persona el profesor Pearson, Orson Wells, de la muerte de los invasores.
El titular del día siguiente en el prestigioso The New York Times decía: "Radioyentes presa del pánico tras tomar como un hecho la dramatización de la Guerra de los Mundos".
En cualquier caso, la emisión del programa demostró el inmenso poder de los medios de comunicación sobre la sociedad y sirvió para catapultar a la fama a un joven Orson Wells, obligado a pedir disculpas públicamente por la emisión del programa, que tan sólo dos años más tarde conseguiría el Oscar por una película que escribió, dirigió, produjo y protagonizó y que para muchos continúa siendo la mejor de toda la historia del cine: Ciudadano Kane.
