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Las personas con diabetes pueden tener más riesgo de desarrollar demencia que el resto de población.
Sin embargo, siguiendo una serie de pautas de alimentación saludable y ejercicio diario es posible retrasar o impedir su aparición.
Según un estudio publicado en la revista Neurology, en el que participaron pacientes con y sin diabetes, ha quedado demostrado que siete hábitos saludables podrían retrasar la aparición de la demencia en este grupo de población.
En concreto, se realizó un seguimiento de las personas que participaron en el estudio durante 12 años y 4.351 desarrollaron la enfermedad.
La conclusión fue que quienes tenían diabetes y no seguían estos hábitos saludables –menos de 2– tenían cuatro veces más posibilidades de desarrollar demencia que las personas que no padecían esta enfermedad y cumplían con estas recomendaciones.
Estos son los hábitos que se relacionaron con un menor riesgo de padecer esta enfermedad.
1) No fumar
No fumar era una de las principales condiciones para tener un menor riesgo de padecer esta enfermedad.
2) Poco consumo de alcohol
Otro de los factores de riesgo era el consumo de alcohol. En concreto, las personas que bebían una (mujeres) u dos bebidas (hombres) diarias tenían menos probabilidad de tener demencia.
3) Ejercicio moderado
El ejercicio era clave en este estudio. Concretamente, las personas que realizaban al menos 2:50 horas al día o 75 minutos de deporte intenso tenían menos riesgo de padecer esta enfermedad.
4) Sueño
Entre siete y nueve horas de sueño diario se relacionaron con una menor incidencia de demencia en personas con diabetes.
5) Alimentación
La inclusión de fruta, verdura, cereales y un menor consumo de productos refinados y procesados se mostró beneficioso para ambos colectivos.
6) Evitar el sedentarismo
Salir de casa, pasear, no pasar largas temporadas en el sofá y evitar actividades sedentarias como ver la televisión durante más de cuatro horas al día era otro de los hábitos saludables que incluía el estudio.
7) Socializar
Finalmente, la última de las pautas de comportamiento saludable era la socialización. En concreto, reunirse con amigos, realizar actividades sociales y vivir con otras personas se relacionó con un menor riesgo de demencia.