Una ciudad amigable con las personas mayores fomenta el envejecimiento activo ofreciendo oportunidades de salud, participación y seguridad que mejoren la calidad de las personas a medida que pasan los años, adaptando las estructuras y servicios para que sean accesibles e inclusivas con diferentes necesidades y capacidades. Por ejemplo, los vecindarios deben ser seguros, los edificios sin barreras y las calles deben facilitar una mayor movilidad.
El Proyecto Ciudades Amigables con las Personas Mayores forma parte de la estrategia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la década del Envejecimiento Saludable (2021-2030), que se basa en la premisa de que una ciudad amigable es "aquella que facilita que sus ciudadanos envejezcan de forma activa y que puedan participar en todos los ámbitos de la vida social". En España, el proyecto, coordinado por el Imserso, cuenta con 197 ayuntamientos adheridos que trabajan para ser reconocidos como ciudades amigables.
San Sebastián fue la primera ciudad española en incorporarse a esta Red mundial en 2009, seguida por Barcelona, Zaragoza, Manresa, Bilbao y Vitoria. Pero en la actualidad ya forman parte de él tanto municipios grandes como pequeños, urbanos y rurales. Todo ello con el objetivo de promover una cultura de inclusión compartida por personas de todas las edades y sensibilizar a la población de las distintas necesidades de cada colectivo gracias a un trabajo multisectorial.
Sin embargo, ¿qué requisitos debe cumplir una ciudad para ser amigable con los mayores? En total, son ocho ámbitos los que deben atenderse: espacios al aire libre y edificios, transporte, vivienda, participación social, participación cívica y empleo, respeto e inclusión social, comunicación e información y servicios comunitarios y salud. A continuación, mencionamos cada uno y destacamos los aspectos más relevantes. Para consultar las medidas al completo haz clic aquí.
La iniciativa señala que las ciudades deben contar con zonas públicas limpias, espacios verdes y asientos al aire libre bien mantenidos. Además, las aceras deben estar en buen mantenimiento, libres de obstrucciones, deben ser anti-deslizantes y lo suficientemente anchas para que pueda pasar una silla de ruedas. Lo mismo para los cruces peatonales: exigen que sean seguros para personas con diferentes ni veles y tipos de discapacidad.
En cuanto a los edificios, deben estar correctamente señalizados, poseer un número considerable de asientos y baños, así como contar con ascensores accesibles, rampas, escaleras y pisos anti-deslizantes.
El trasporte público tiene que ser frecuente, incluyendo las noches y fines de semana, y ofrecer buenas conexiones y rutas. Como es lógico, en este punto también se indica que los vehículos tienen que estar adaptados para personas con discapacidad, ser accesibles y deben respetarse los asientos prioritarios.
Igualmente, es obligatorio que las paradas y estaciones estén iluminadas, accesibles y bien señalizadas.
Es necesario que haya una disponibilidad de viviendas suficiente y accesible en cuanto a precios en zonas seguras y cercanas a los servicios y al resto de la comunidad. Además, deben proveer un refugio seguro, confortable ante factores climáticos y las viviendas públicas y comerciales para alquiler tienen que estar limpias y en buen estado. Las viviendas locales tienen que contar con servicios apropiados para mayores frágiles y con discapacidad.
Tanto los servicios públicos como los privados o comerciales están obligados a preguntar a los mayores cómo pueden servirlos mejor para formar parte de la lista "ciudades amigables" y el personal debe ser cortés. En los medios de comunicación deben aparecer los mayores sin esteriotiparlos, presentándolos de manera positiva.
Los mayores con menos recursos pueden acceder a servicios públicos, voluntarios y privados; y se debe enseñar en las escuelas acerca del envejecimiento e involucrar a los mayores en las actividades escolares.
Otro punto que se analiza es si las ciudades se comprometen a que el sistema de comunicación básico y efectivo llega a los residentes de la comunidad de todas las edades. Igualmente, los dispositivos electrónicos, cajeros automáticos y máquinas expendedoras de boletos tienen que poseer teclas grandes y tipografía grande.
No hay que olvidar los servicios de salud y apoyo comunitario, los cuales deben promover, mantener y restablecer la salud, además de estar ubicados estratégicamente. El servicio domiciliario tiene que incluir cuidado personal y de salud, junto con las tareas domésticas,
Finalmente, deben hallarse suficientes cementerios accesibles.
