Manuela Martín
Sociedad
9 de cada 10 empleados de hogar y de cuidados son mujeres
El salario medio de estas trabajadoras apenas alcanza los 1.000 euros al mes

La organización Oxfam Intermón ha lanzado una contundente alerta sobre la precaria situación laboral que sufren las trabajadoras del hogar y cuidados en España, donde casi 9 de cada 10 empleadas son mujeres y un 32% trabaja en la informalidad. Estas cifras se desprenden del informe Trabajo invisible y cuerpos rotos, presentado con motivo del Día Internacional de las Trabajadoras de Hogar, que se celebra el 30 de marzo.
El informe revela que el salario medio de estas trabajadoras apenas alcanza los 1.000 euros al mes, y que España es el país de la Unión Europea con el mayor número de empleadas en este sector, concentrando el 34,5% del total. En 2024, 565.718 personas trabajaban en el empleo doméstico en España, de las cuales el 87,21% son mujeres y un 69% tienen nacionalidad extranjera o doble nacionalidad.
Oxfam Intermón advierte que, ante las "importantes deficiencias en cuanto a su cobertura y elevadas listas de espera" del sistema público de atención a la dependencia, las trabajadoras de hogar y cuidados se han convertido en una "pieza clave para resolver las necesidades de cuidados". Sin embargo, a pesar de su contribución "central para el bienestar de toda la sociedad, ellas sufren informalidad, bajos salarios, falta de derechos laborales y situaciones de discriminación".
Nerea Boneta, autora del informe, explica que "muchas de esas mujeres se ven obligadas a trabajar en régimen de interna haciendo jornadas infinitas y sin tener apenas horas de descanso o días libres, se encuentran solas y sin red familiar que las apoye". Además, denuncia que "no son reconocidas ni atendidas por la administración pública y se les niegan derechos tan básicos como el derecho a paro con carácter retroactivo".

El informe destaca que un 32% de estas trabajadoras no están dadas de alta en la Seguridad Social, lo que limita su acceso a derechos laborales como la cotización por desempleo y las prestaciones correspondientes. Asimismo, tres de cada diez no logran ingresos suficientes para salir de la pobreza y un 37,7% declara tener problemas severos para llegar a fin de mes. La temporalidad (23,9% de los contratos) y las jornadas parciales (58,84%) también contribuyen a la inestabilidad y la pobreza laboral.
Para Nerea Boneta, "es inaceptable que ser mujer empleada de hogar y cuidados te condene a la pobreza, con bajos salarios y menos derechos laborales reconocidos que para el resto de personas trabajadoras".
Las condiciones laborales precarias tienen un impacto directo en la salud de estas trabajadoras. La encuesta de Oxfam Intermón revela que el 90,6% ha sufrido dolores musculoesqueléticos en el último año, el 65,5% estrés y el 59,2% ansiedad, y que en un 74% de los casos necesitan consumir habitualmente analgésicos para afrontar sus jornadas laborales.
La organización también denuncia que casi un 50% declara haber sufrido faltas de respeto, insultos y trato discriminatorio, un 29,7% impagos de salario y un 17% proposiciones de carácter sexual, problemas agravados por la falta de regulación y el carácter privado del espacio laboral. A esto se suma una "alarmante" falta de protección laboral: solo cuatro de cada diez trabajadoras reciben la indemnización por despido que les corresponde, las enfermedades profesionales no están reconocidas, no son posibles las inspecciones laborales en el lugar de trabajo y no siempre se cumplen las horas de jornada y los descansos pactados.
Ante esta situación, Oxfam Intermón insiste en la "urgencia de establecer un sistema público y universal de cuidados que garantice plenos derechos a las trabajadoras del sector". Entre las medidas propuestas, en colaboración con organizaciones de trabajadoras del hogar y cuidados, se encuentran la equiparación en la indemnización por despido, el control estricto de los límites de la jornada laboral, el reconocimiento de las horas extraordinarias y el derecho a desempleo con carácter retroactivo.