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Se llama Lyubov Morekhodova y es una entrañable abuela, "babushka" (abuelita) se les denomina cariñosamente en ruso, de 79 años, que recorre a diario ocho kilómetros patinando sobre el congelado lago siberiano de Baikal con unas cuchillas que le hizo su padre en 1943, durante la II Guerra Mundial.
Morekhodova comenzó a patinar casi al mismo tiempo que aprendía a andar, es viuda y madre de cuatro hijos que le han dado cinco nietos. Patinar para ella es tanto una diversión como una obligación puesto que recorre a 50 grados bajo cero, sobre el que es considerado como el lago más antiguo del mundo, la distancia que la separa de su granja, hasta donde no llega ningún transporte público, para dar de comer a sus vacas.
"Necesito los patines para buscar a mis vacas. Si veo que están por allí, patino cerca de ellas y vuelvo. Así, como si nada", ha declarado sin darse ninguna importancia la que posiblemente sea la "babushka" más popular de toda Rusia.
Cuando la que la medios rusos han bautizado como la "babushka del Baikal" o la "babushka de los patines", hace alguna entrevista siempre explica: "Cuando me siento sola en la cocina, sentada miro el Baikal. Me da felicidad, me pone de buen humor. Y entonces pienso que, si alguien se sentase a mi lado, diría: 'Qué belleza, qué increíble belleza'".
Esta adorable "babushka" vive sola en la orilla occidental del lago desde que falleció su marido en el año 2011, sin televisión, ordenador, ni teléfono móvil, a 60 kilómetros del hospital más cercano. Debido a su fama le han llegado varias ofertas para que se mude a vivir a la ciudad, pero ella prefieres seguir viviendo y patinando en su lago.