Así funciona el cerebro de las abuelas al ver a sus nietos

La relación de las abuelas con sus nietos es una de las imágenes que más ternura evocan en el imaginario colectivo. Desde que los niños son muy pequeños, ellas les entregan todo su cariño y dedicación. En algunos casos, son un apoyo fundamental para los padres. Pero, ¿qué tiene que decir la biología sobre este amor? La clave de la relación abuela-nietos, según sugiere este estudio, es que ellas tienden a sentir lo mismo que sienten ellos.

La ciencia ha querido conocer qué ocurre en su cerebro al ver a sus nietos y cómo se refleja en él su relación. Por vez primera, un equipo de investigadores científicos de la Universidad de Emory en Atlanta (Estados Unidos), ha escaneado el cerebro de un grupo de mujeres mientras miraban a los hijos de sus hijos con el objetivo de descubrir cómo funciona el vínculo que las une a ellos. El experimento ha consistido en mostrar distintas imágenes de niños y analizar qué áreas del cerebro se activaban en cada caso a un total de 50 mujeres.

Además de estudiar la actividad neuronal a través de una resonancia magnética funcional (fMRI), también se les pidió rellenasen un cuestionario con preguntas acerca de su experiencia con los nietos. Entre las preguntas planteadas estaban, por ejemplo, cuánto tiempo pasan con ellos y qué actividades realizan juntos.

El objetivo de este tipo de investigaciones es comprobar si existe un sistema global de cuidados en el cerebro de los humanos. Este nuevo estudio se ha tomado como una evidencia más que apunta en esta dirección.

Así funciona la empatía

Para los expertos, lo más interesante que se ha descubierto hace referencia al funcionamiento de la empatía. Han observado que las abuelas tienen tendencia a sentir lo que sienten los nietos. Así, si los niños lloran, ellas también sienten su tristeza. De la misma forma, se alegran cuando estos están contentos.

La importancia del vínculo reside en que, al mostrarse imágenes de otros niños desconocidos, del padre o madre de la criatura o de adultos extraños, no se ha observado la misma reacción.

Los científicos diferencian dos tipos de empatía con ubicaciones diferentes en nuestro cerebro. Existe una empatía cognitiva que consiste en pensar lo que otras personas están sintiendo. Este área es la que se pone en funcionamiento en el cerebro de las mujeres examinadas al contemplar las imágenes de los adultos. Cuando las fotos de sus hijos adultos les eran mostradas, ellas activan esta empatía cognitiva. Así, lo que hacen es tratar de entender lo que su hijo está sintiendo y por qué, pero no desde una perspectiva emocional.

Sin embargo, en el caso de las fotografías de sus nietos, la reacción neurológica se corresponde con un segundo tipo de empatía: la afectiva. La diferencia entre esta y la anterior es que, en este caso, sí se siente lo que la otra persona está sintiendo. Además, las abuelas que indicaron en el cuestionario su deseo de participar más en el cuidado del niño manifestaron una actividad mayor de las áreas involucradas en la empatía cognitiva.

Estos resultados, que fueron publicados en la revista Proceedings of the Royal Society B, se han comparado con un estudio anterior muy similar. En este caso, eran los padres quienes miraban las fotografías de sus hijos. Se ha observado que las abuelas activan con más fuerza que ellos las regiones cerebrales asociadas a la empatía emocional.

Hasta ahora, la ciencia ha centrado sus estudios en comprender los comportamientos vinculados a la maternidad. Por este motivo, este estudio supone una novedad que abre líneas de investigación inexploradas, pues busca comprender el papel que desempeñan las abuelas en la sociedad. Los investigadores esperan poder ampliar este tipo de análisis sobre la implicación de los abuelos en la cultura.