La película Mi vecino Toroto (1988) es uno de los clásicos de animación del cine japonés. Habla de la historia de una familia que, durante la posguerra mundial, se encuentra con un espíritu en el bosque que bautizan Toroto.
Desde entonces, la figura de este ente mágico se ha convertido en todo un símbolo en Japón.
Por ello, una pareja de abuelos septuagenarios de la ciudad de Takaharu han querido regalar a sus nietos una réplica a escala de Toroto, construida por ellos, según cuenta un artículo de My Modern Met, recogido por Cinemanía.
Es más, no se han limitado a confeccionar esta estatua, sino que también han querido recrear una de las escenas más míticas del filme donde aparece en una parada de bus lloviendo.
El proceso de fabricación de esta répica ha sido complejo. Según cuentan, la figura fue confeccionada a partir de un tonel y ladrilllos. Luego, le añadieron gravilla, lo pintaron y añadieron el letrero del bus.
Ahora, esta figura se ha convertido no sólo en un presente para los nietos sino en un reclamo turístico y son muchos los curiosos que se pasan por la zona para ver la escultura, conocer a los abuelos y sacarse fotos.
