María Martínez Denia
Sociedad
La advertencia de la OCU a los que beben cerveza con limón: "No son lo que parecen"
En la mayoría de casos, la presencia del limón es casi inexistente y tienen mucha azúcar
La cerveza con limón es una alternativa más suave, refrescante, ligera y con una menor graduación, a la clásica cerveza. Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advierten de que la presencia del limón en ellas es prácticamente inexistente en la mayoría de casos, y que no son tan ligeras como pensamos.
El caso más claro se encuentra en las cervezas tipo Shandy, en las cuales su contenido alcohólico es inferior al 1% y ni siquiera llevan limón. El sabor cítrico que tienen proviene únicamente de sus aromas. Otros ejemplos como las cervezas Radler, rara vez supera el 4% de limón, salvo en la Radler Ambar o Radler Saerbrau, ambas de Carrefour, llegan al 5%. Sin embargo, en las Damm Lemon la presencia del limón es de un 0,4%.
El ingrediente principal de este tipo de cervezas es el azúcar, que al combinarlas con alcohol, el aporte calórico se dispara. Esto es lo que ocurre en las tipo Radler con alcohol, que varían su graduación entre 2 y 3,2 grados, que suman un 12% más de calorías, de media, que una cerveza clásica, aproximadamente 145 kcal por lata. Una circunstancia que no se da en otras cervezas con limón con menor porcentaje alcohólico: las tipo Shandy suman 110 kcal por lata de media, un 15% menos que una cerveza clásica, mientras que las Radler 0,0% tienen 89 kcal por lata, un 32% menos.
En resumen, aunque tienen un menor contenido alcohólico que las cervezas tradicionales, la presencia de zumo de limón es testimonial, ya que el sabor proviene esencialmente de saborizantes y edulcorantes. Además, hay que tener en cuenta el notable contenido calórico que tienen, y que en ocasiones supera al de las cervezas clásicas. Por lo tanto, desde OCU recomienda la versión 0,0% de cervezas siempre que nos apetezca tomar este tipo de bebida.