Algar es un pueblo de 1.400 habitantes situado en la provincia de Cádiz. Y como pasa en muchos pueblos del sur, cuando cae el sol y la brisa veraniega da un respiro a las altas temperaturas, sus vecinos cogen una silla y salen a las puertas de sus casa a 'charlar al fresco' y recordar historias de hace años o comentar lo que han hecho ese mismo día. Ahora, desde el Ayuntamiento piden que esta tradición se convierta en Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
El propio alcalde José Carlos Sánchez, explica a NIUS en una entrevista que "había una parte de la población, la gente mayor, que mantenía esa tradición, pero ya gran parte de la población no. Nuestro lema ha sido que las redes sociales no acaben con una de nuestras tradiciones más populares. Una cosa no quita la otra. No debemos de perder lo popular". Y por eso se les ocurrió pedir que las 'charlas al fresco' sean Patrimonio de la Humanidad.
Y por eso se les ocurrió pedir que las 'charlas al fresco' sean Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, ante el temor de que las nuevas tecnologías se lleven estos momentos, que para muchos son parte de sus días de verano. Por eso, los vecinos salieron el viernes pasado a sus calles para reivindicarlo.
El pueblo ya ha iniciado el expediente para que las charlas al fresco sean algún día Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.