“Éramos solo unos niños cuando nos enamoramos”, dice Ed Sheeran en su canción ‘Perfect’. La misma que suena mientras Marie Hill, de 93 años, viaja en su silla de ruedas hacia el altar, donde le espera su futuro marido, Rodie Hedley, de 100, vestido con un elegante traje y una pajarita azul. La letra de esta canción es perfecta para convertirla en la banda sonora de esta ceremonia tan especial, ya que transmite lo que realmente es el amor: dos personas que se ilusionan como unos niños sin importar la edad que tengan.
En 2019, Marie y Ron sintieron un flechazo cuando coincidieron en una clase de gimnasia en el Cameron Park Care Community, un hogar de mayores en Newcastle, Australia. “Es un hombre encantador”, pensó Marie nada más verlo. A él, por su parte, le pareció una mujer preciosa. Ella, directamente, le preguntó: “¿Cuándo te vas a casar conmigo?” a lo que el centenario respondió que necesitaba tiempo para pensarlo. Ahora, su deseo se ha hecho realidad.
El medio australiano '9 News' grabó la ceremonia. Los novios, ambos en silla de ruedas, no dejaron de sonreír ni un momento y sus manos entrelazadas no se despegaron durante todo el enlace.
De igual forma, el hijo de Marie Hedley, Denis Hill, comentó que su madre “ha pasado de ser una mujer cascarrabias a estar muy feliz”. Incluso, su otro hijo, Glenn Hill añadió que la mujer antes "solía sonar todo el tiempo, 10 llamadas telefónicas al día. Ahora es muy difícil atraparla cuando la llamas". Los dos hijos de Marie fueron los que acompañaron a la novia al altar.
Tres generaciones de sus familias, junto a sus compañeros residentes y empleados, presenciaron el compromiso de estos dos mayores. Durante la ceremonia, el Sr. Hedley le confesó al periódico australiano Illawarra Mercury que “estoy un poco nervioso”, pero los nervios desaparecieron cuando su futura mujer apareció dispuesta a casarse con él.
Después, el Sr. Hedley aseguró que la boda había sido "maravilloso, fuera de este mundo" y que todavía estaba planeando una luna de miel, a lo que la Sra. Hedley contestó mostrando sus dudas: "Oh, no sé si él podrá hacer frente a una luna de miel. Tiene 100 años. Tendremos que esperar y ver". A pesar de ello, todos coinciden en que lo más importante es la felicidad que desprende la entrañable pareja quienes, además, ya pueden decir que son marido y mujer.