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La Junta de Andalucía ha acordado crear "centros específicos" para personas que sufren la enfermedad de Alzheimer y otras demencias, así como centros de cuidados intermedios. La decisión se ha llevado a cabo en el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía, donde se ha abordado este martes el informe de la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación sobre la creación de estos centros. De esta forma, ha indicado, "se modifica el Mapa de Servicios Sociales de Andalucía que establece la organización funcional y territorial en este ámbito con la finalidad de contribuir a garantizar el derecho de todas las personas a la protección y promoción sociales y la prevención".
Entre la planificación de las actuaciones, el documento recoge la creación de nuevas tipologías y subtipologías de centros para la atención y prevención de la dependencia, ha explicado el Gobierno andaluz en un comunicado. En estos casos, sus elementos constitutivos en cuanto a materiales, personal y procedimientos estarán ligados a cada prestación social. Ya en el caso de los centros de cuidados intermedios, "se trata de ofrecer una verdadera atención integral en un sistema de cuidados continuados, ofreciendo a cada persona el nivel justo de recursos y servicios que requiera desde el sistema sanitario a las residencias sociales, lo que ha demostrado una enorme efectividad y eficiencia".
La Junta ha destacado que con esta iniciativa "afronta una realidad ineludible y en crecimiento", como es la presencia de demencias en las personas mayores con motivo de daño, enfermedad o envejecimiento neurológico, de las cuales el alzhéimer es la más común. Según la Estrategia de Alzheimer de Andalucía, manteniendo los niveles de prevalencia actuales --6,5% para personas de entre 65 y 79 años y 13% para mayores de 80 años--, la estimación de personas enfermas de demencia en Andalucía superará las 156.000 en 2030.
En España, actualmente hay más de 800.000 personas diagnosticadas de alzhéimer y la previsión es que esta cifra pudiera aumentar hasta 1,5 millones en el año 2050. Por tanto, "se hace imprescindible contar con recursos asistenciales específicos para el abordaje sociosanitario de las personas afectadas y su entorno, poniendo el acento en la detección temprana, tratamiento y acompañamiento con objeto de mejorar la evolución y la calidad de vida".
En este contexto, la Consejería contempla diferentes instrumentos de planificación, entre los que se encuentra el I Plan Estratégico Integral para Personas Mayores en Andalucía 2020-2023 aprobado por acuerdo de 4 de noviembre de 2020 y que supone la guía esencial de las políticas sociales en Andalucía para los próximos años con la finalidad de promover el bienestar de las personas mayores y proporcionarles una atención basada en la prevención, la sostenibilidad y el cuidado integral y continuado de manera que puedan disfrutar plenamente de sus derechos.
Asimismo, la Junta "trabaja en la elaboración" de una Estrategia Andaluza para la Coordinación Sociosanitaria cuyo acuerdo de formulación fue adoptado el 23 de marzo de 2021 por el Consejo de Gobierno. Además, la Consejería tiene en cuenta la Agenda 2030, integrada por 17 objetivos de desarrollo sostenible, y el Plan de choque para la economía de los cuidados y refuerzos de las políticas de inclusión del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia desarrollado por el Gobierno de España.
Envejecimiento de la población andaluza
Además se ha constatado que Andalucía "no es ajena al fenómeno del envejecimiento de la población debido a la combinación del aumento de la esperanza de vida, el descenso de la fecundidad y un saldo migratorio negativo". Según el informe presentado, la población mayor andaluza es muy numerosa, ya que se trata de más de 2,5 millones de personas de 55 y más años que suponen casi el 30% del total de la población. Se trata de un colectivo heterogéneo y diverso que incluye un rango de más de 30 años y, por lo tanto, con diferentes necesidades, inquietudes y problemas.
También "se está produciendo un sobreenvejecimiento por un aumento de la población más mayor", ya que las personas de 80 y más años representan el 4,9% y este porcentaje puede triplicarse en las próximas décadas; detectándose además una feminización del envejecimiento conforme aumenta la edad, con énfasis en el ámbito rural más que en el urbano, especialmente en Andalucía oriental.
Dispositivos para personas sin hogar
Por otro lado, el informe presentado al Consejo de Gobierno contempla la regulación de dispositivos de baja exigencia para personas sin hogar. El impacto de la pandemia por Covid-19 ha favorecido que los factores de exclusión social y residencial se multipliquen en toda la sociedad encarnándose con mayor intensidad en la vida de las personas más vulnerables que carecen de un hogar.
El recurso que se plantea se caracteriza por ofrecer la cobertura de las necesidades básicas con un modo de acceso inmediato y urgente que garantice la supervivencia de las personas en situación de exclusión residencial grave.