Aunque Anna María Conte (@anna_conte) nació en el norte de Italia, reside en Sevilla y forma ya parte del paisaje habitual de los medios de comunicación españoles. Al frente de la revista Mujer Emprendedora, apuesta por el liderazgo y la visibilidad de las mujeres. También es directora de publicaciones del Grupo Informaria. Se define así misma como periodista de vocación, y se la reconoce como experta del periodismo constructivo. Acaba de ser elegida como una de las TOP 10 Mujeres Líderes de España en la categoría de Medios de Comunicación y con ella hemos hablado, entre otras muchas cosas, de periodismo, de la brecha de género o de cómo se trata y se valora el talento sénior en nuestra sociedad.
Anna Conte junto a Manuel Bellido
PREGUNTA: ¿Quién es Anna Conte, cómo se define a sí misma?
RESPUESTA: Soy italiana, mi acento siempre me traicionará, nací en Luino, un pueblo precioso del norte de Italia cerca de la frontera con Suiza. Me defino como una periodista vocacional porque, en realidad, soy licenciada en Ciencias Sociales, pero siempre me ha apasionado la comunicación. Durante 30 años llevé la comunicación de un grupo artístico internacional con sede en la Toscana. Otra de mis pasiones es el teatro, he estudiado y he podido compatibilizar mi trabajo de comunicación con participar en alguna obra y he tenido que recitar en japonés, coreano, portugués… una experiencia muy interesante que me ha abierto la mente y el corazón.
P.: ¿Qué hace una periodista italiana asentada en Sevilla?
R.: A finales de los años 70 conocí a un joven español, Manuel Bellido, con el que trabajé organizando eventos juveniles. Teníamos en común la pasión por el periodismo, la fraternidad universal, la paz… Después, volvió a España y no supe nada de él durante muchísimos años. Pero en 2010 yo estaba buscando una nueva perspectiva cuando de pronto apareció en mi ordenador un mensaje suyo en el que me contó que había fundado el Grupo Informaria. Tras unos meses de contactos, me ofreció la dirección de publicaciones y asumir también la dirección de Mujer Emprendedora, que Manuel había creado en el año 2000, un concepto de revista que entonces no existía en España ni en Europa. Así que aterricé en Sevilla en octubre de 2011. A veces las circunstancias te empujan a la piscina sin ningún tipo de flotador y te tienes que mover.
P.: ¿Qué se siente al ser una de las mujeres TOP Líderes en España?
R.: Para mí ha sido una tremenda sorpresa. Aún no sé quien me habrá propuesto. Me comunicaron por correo que era una de las candidatas y, sinceramente, nunca me lo habría podido imaginar, sobre todo porque en la categoría de medios de comunicación estaba junto a mujeres de un más que merecido prestigio como Sonsoles Ónega, Esther Palomera, Encarna Samitier, Olga Viza, Ana Delagado… todas ellas son de una valía extraordinaria. Para mí es un gran honor y agradezco enormemente a todas las personas que me han votado, pero también es una responsabilidad grande porque implica la posibilidad de transmitir los valores en los que creo y que intento comunicar cada día a través de mi trabajo.
P.: ¿Cómo nació Mujer Emprendedora?
R.: Manuel Bellido coincidió con Felipe González en 1999 y hablaron de la primera revista del grupo, una publicación económica y empresarial, Agenda de la Empresa, que acaba de cumplir 25 años. El expresidente elogió la revista pero le lanzó una frase: “Recuerda que hay que hacer algo para las mujeres porque aún no tienen visibilidad”. Manuel, que siempre está buscando nuevas pistas, pensó que podía crear un nuevo medio de comunicación y en enero de 2000 salió el primer número. Yo llegué a España en 2011, pero tomé las riendas de la revista en enero de 2015 porque antes necesité un periodo de adaptación a la cultura española y también controlar el idioma. Cuando llegué a la revista intenté aportar la idea de que si bien estamos en España, el mundo hoy está globalizado y no podemos prescindir de lo que sucede en otros países. Pensé que si queríamos dar el relieve que se merecen a las mujeres emprendedoras, primero deberíamos recorrer todas las asociaciones de mujeres empresarias y directivas de toda España, pero al mismo tiempo mirar hacia fuera, a otros países, sobre todo de Latinoamérica porque hay un idioma en común y esto es de un valor extraordinario, un potencial enorme.
P.: Sigue siendo necesario reivindicar a las mujeres…
R.: Sí, pero sin hacer ninguna diferencia, hay que tener una mirada de 360 grados. No soy muy amiga de los premios, pero estoy convencida de que sirven para dar visibilidad a mujeres que están luchando y necesitan este tipo de ránking para poder dar a conocer más la labor, la trayectoria, de cada una.
P.: Su revista apuesta por el liderazgo y la visibilidad de las mujeres, pero la brecha de género sigue siendo demasiado grande...
R.: Las estadísticas están ahí, pero hay que saber leerlas, interpretarlas. Indudablemente hay situaciones en las que la brecha de género es patente como sucede en el tema salarial que debía ser solucionado por ley. La brecha de género existe porque hay una cultura que debe cambiar. Yo prefiero el término paridad al de igualdad. Soy mujer y no quiero ser igual que un hombre, quiero paridad de derechos, oportunidades, reconocimiento del talento… Esta paridad es algo que hay que construir cada día empezando por la educación de los niños desde pequeños en que no existen diferencias, pero no se logra creando dos grupos enfrentados, el de los hombres y el de las mujeres. Ese tipo de feminismo de batalla que ocupa la calle está ya obsoleto. El siglo XXI debe ser el siglo de la cooperación y si aún no lo hemos entendido nos estamos equivocando mucho.
P.: Usted es miembro del Consejo de Igualdad de la Confederación de Empresarios de Andalucía y también dirige y organiza diversos foros sobre Mujer y Empresa. ¿Hasta cuando tendremos que soportar la discriminación por razón de sexo?
R.: De verdad espero que se puedan acortar los tiempos. Por un lado hay que seguir trabajando para conseguir una paridad real respaldada por la ley, pero sobre todo hay que lograr un cambio cultural incrementando la visibilidad de la mujer en todos los ámbitos. Nosotros, en cada número de la revista, buscamos expertos que nos hablen de los temas que tratamos sin importarnos que sean hombres o mujeres, pero esto no es así, por ejemplo, en televisión. ¿Por qué cuando se habla de economía muy pocas veces se escucha la opinión de una mujer? Es como si no existieran mujeres expertas en economía y esto influye sobre la mentalidad de la gente. Y es que hay que hablar de igualdad, sí, pero sobre todo hay que demostrar lo que se dice con los hechos. El camino es largo, no quiero pecar de pesimista pero tenemos que respetarnos mucho más como personas, no se puede poner el acento en ser mujer u hombre, primero somos personas y como tales debemos aceptarnos, mirar a las personas y al talento que tienen, a sus valores, a su capacidad de colaborar y compartir un camino al margen de su sexo.
P.: Y al talento senior, ¿ómo se trata en España?
R.: Depende de las circunstancias y de cada empresa y entidad. Veo que hay donde se aprecia y se valora el talento senior, pero por otra parte hay un cierto, en italiano decimos ‘giovanilismo’, una obsesión por lo joven. Los jóvenes indudablemente tienen sus capacidades, su entusiasmo, ganas de emprender cosas nuevas, pasión por la tecnología… y eso es muy importante, pero no lo es todo. Por eso creo que es un gran error excluir del mundo del trabajo a una franja de edad como los mayores que pueden aportar mucho. Yo recuerdo la atención con la que escuchaba a mis abuelos y todo lo que aprendí de ellos y que aún hoy les agradezco, pero la sociedad actual ha perdido esto. No se sabe apreciar el valor de cada edad de la vida.
P.: Usted que ya es una periodista veterana, ¿piensa que la sociedad es edadista, que a partir de los 50 o 55 mujeres y hombres nos volvemos invisibles, sobre todo a la hora de encontrar trabajo?
R.: Eso es cierto y muy grave. Mi edad es ya considerable y puedo decir que no se entiende esta invisibilidad, debería ser al contrario. La sociedad está envejeciendo porque la vida es mucho más larga y es imprescindible que convivamos distintas generaciones también en el mundo laboral, tanto los millennials como la generación que, por ejemplo, nació en los años 40 o 50. Es necesario saber cohabitar, compatibilizar y colaborar entre generaciones porque lo que pueden aportar los mayores ayuda a los más jóvenes a tener otra perspectiva y esto es fundamental. El futuro del trabajo requiere habilidades que posiblemente los más jóvenes aún no han podido desarrollar.
P.: Desde hace 10 años es también directora de publicaciones del Grupo Informaria, ¿cuál es, en su opinión, la situación actual del periodismo?
R.: Creo que el periodismo de hoy, en general, tiene que revisar muchas cosas porque se hace un periodismo muy superficial y que se elabora demasiado deprisa. Tal vez porque a los nuevos periodistas no se les da en la universidad suficiente formación para enfrentarse a una profesión que yo siempre he concebido como un servicio a la sociedad. Como decía Kapuściński, para ser buen periodista primero hay que ser buena persona. La universidad te da la teoría del periodismo pero no enseña de verdad a escribir un artículo sobre el tema que sea. Por otra parte, los ejemplos de periodismo sensacionalista que tenemos delante no ayudan a mejorar la profesión, como tampoco la mejora ese periodismo que solo busca un titular que arrastre a la gente o que está al servicio del gobierno de turno sin ser crítico… Creo que no estamos dando una buena imagen.
P.: Se define como periodista de vocación, y se la reconoce como la reconoce como la gran experta del periodismo constructivo ¿Cómo debe ser ese periodismo?
R.: Sí, soy partidaria del periodismo constructivo, aunque si dicen que soy experta es solo porque en España nadie habla de eso. Hace poco más de un mes que se ha creado el Instituto de Periodismo Constructivo, es una corriente nacida en el norte de Europa y también tiene visibilidad en Estados Unidos que sostiene que siempre hay que buscar las dos caras de la realidad, no se puede ser solo un altavoz del poder. Cuando se habla de cualquier tema siempre hay que presentar las dos opiniones contrapuestas del asunto de que se trate, o tres o cuatro o las que haya, algo que hoy se ha perdido mucho. Por ejemplo, se lee que ‘La ONU ha dicho que...’, cuando en realidad el que lo ha dicho es un experto independiente con el que la ONU consulta de vez en cuando. Si yo como periodista titulo que la ONU ha dicho tal cosa la gente interpreta ha podido ser el secretario general o la asamblea quien ha hecho esa declaración y eso es un engaño. El periodismo constructivo quiere luchar contra este grave defecto y volver a la vocación de servicio. Hay que profundizar en los temas, no podemos quedarnos en el titular. No se debe hablar de que en la tragedia del último terremoto en México fue todo una catástrofe, por supuesto que fue gravísimo pero sin duda menos grave de lo que podría haber llegado a ser porque después del terremoto de 1980 los edificios se habían construido según las normas antisísmicas y han resistido el temblor. Pero de eso no se habló, solo se trató la terrible magnitud del desastre, que era una de las caras de la realidad pero olvidando que también se habían hecho cosas para prevenirlo.
Sobre el autor:
Antonio Castillejo
Antonio Castillejo es abogado y periodista. Comenzó su carrera profesional en la Agencia Fax Press dirigida entonces por su fundador, Manu Leguineche, en la que se mantuvo hasta su desaparición en 2009. Especializado en información cultural y de viajes, desde entonces ha trabajado en numerosos medios de prensa, radio y televisión. Actualmente volcado con los mayores en 65Ymás desde su nacimiento.