La vida de las mujeres ha dado un cambio radical en los últimos 30 años. Así lo defiende Anna Freixas (Barcelona, 1946), psicóloga y profesora de la Universidad de Córdoba hasta su reciente jubilación. Freixas es además autora de una de las obras pioneras en la gerontología feminista, 'Mujer y envejecimiento. Aspectos psicosociales' (Fundación La Caixa, 1993), que comenzó a germinarse a partir de su tesis doctoral.
“Las mujeres que ahora tenemos 70 años no teníamos referentes de mujeres mayores cuando éramos jóvenes, más allá de la mujer de negro con el moño dependiente de su marido”, asegura. “Pero eso está cambiando gracias en parte a la lucha feminista. Somos pioneras en este sentido ya que pese a estar años en la brecha, no ha sido hasta las últimas décadas cuando hemos empezado a ocupar espacios públicos”, afirma como testigo de excepción de este proceso desde los años 80 como investigadora universitaria.
“En este momento, las mujeres mayores tenemos voz propia y opinamos. Podemos vivir una vida con significado propio”, defiende. Toda su carrera y sus investigaciones durante más de 30 años hacen un llamamiento además a eliminar muchos de los mitos relacionados con la imagen estereotipada sobre las mujeres mayores que, según Freixas, “ha inventado el patriarcado” como la imagen de la belleza, la sexualidad o la menopausia en la mujer madura.
Movilizaciones 8M
Tras las movilizaciones del año pasado por el Día Internacional de la Mujer y que ella confía en que se repitan este 8 de marzo, Freixas considera que finalmente el feminismo está ocupando un espacio muy claro en la vida social y política. “Hombres y mujeres se están apuntando a esa perspectiva, están reconociendo todo lo que el feminismo reivindica: igualdad, justicia, derecho a nuestro propio cuerpo...Todo esto está cambiando en gran medida la vida cotidiana”, aclara.
Y hace una valoración respecto a la diversidad generacional de las movilizaciones que se han sucedido en el último año.“Creo que es muy bonito ver en las manifestaciones la cantidad de gente mayor, hombres y mujeres y de gente muy joven, unidos por la misma idea, el mismo deseo y que realmente la gente joven se apoya en lo que las “viejas y viejos militantes feministas” han sostenido durante todos estos años”, opina la gerontóloga, que se considera parte de ese grupo activo.
¿Y qué es feminismo para Anna Freixas?:“Para mí el feminismo lo es todo. Es mi vida. Es lo que ha permitido que estemos hablando ahora, que hayamos ido a la universidad, tengamos independencia económica, seamos dueñas de nuestro cuerpo, que nos podamos divorciar, e incluso que podamos denunciar a maltratadores, violadores…”.
En su caso, además, el feminismo le ha permitido mirar desde otra perspectiva el envejecimiento. “No hay que olvidar que pese a los avances, vivimos en una sociedad patriarcal en la que hay una doble vara de medir, donde un hombre con canas es atractivo y una mujer con canas, una descuidada”.
Mitos y leyendas sobre la mujer madura
A lo largo de toda su carrera ha tenido que hacer frente a muchos estereotipos sobre las mujeres mayores, entre los que destacan los mitos sobre el amor, la relación con los hijos y el marido o el rol de las mujeres en el trabajo. “Esto nos ha llevado a creer en el sacrificio como fuente de satisfacción, pero no son más que trampas del patriarcado para someter a las mujeres. En este contexto, todo vale”, asegura.
Con esta mirada, Freixas considera que las mujeres, y en especial las mayores, han sufrido también mucho con su cuerpo, con estándares de belleza, diferentes a los de los hombres. “Creo que envejecer es un tema conflictivo para todo el mundo en esta sociedad en la que prima la juventud y envejecer tiene que ver en gran medida con el cuerpo, en todos los sentidos, en términos de salud, en términos de belleza, percepción del cuerpo cambiante... Pero para las mujeres más, por los cánones establecidos”, sostiene la gerontóloga.
Freixas considera que el feminismo ha tratado de hacer ver a la sociedad que el valor de las personas no reside en su cuerpo sino que hay una belleza más allá que también tiene que ver con la edad. Una belleza basada en el conocimiento, sabiduría, inteligencia, profesionalidad...de muchas personas mayores, hombre y mujeres. “Es un tópico pero hay que aceptar que la arruga es bella”, apunta.
Menopausia, la gran liberación
Uno de los mayores mitos sobre la mujer madura reside en la menopausia, que sin embargo es, según, Freixas “uno de los mayores momentos de liberación en la vida de la la mujer. Hay que verlo no como principio del fin, sino como el principio de una vida mucho mejor, con menos molestias físicas”.
Aunque reconoce que “somos diversas y heterogéneas” y que cada mujer lo vive de manera diferente, “en esta etapa la mujer empieza un nuevo ciclo porque se libera de la anticoncepción, de la posibilidad de embarazo, mejoran los niveles de hierro, duele menos el pecho y las mujeres suelen tener en general más energía que cuando tenían el período”.
Así lo defiende en su último libro ‘Sin reglas. Erótica y libertad femenina en la madurez ' (Editorial Capitán Swing, 2018), en el que Freixas entrevista a más de 700 mujeres para indagar sobre el envejecimiento, la coeducación o la evolución de la docencia en Psicología desde una perspectiva de género.
Uno de los puntos clave de esta investigación es la sexualidad en la edad madura. “La sexualidad, igual que la persona, evoluciona. Hay un deseo patriarcal de que las mujeres mayores no tengamos sexualidad, pero es otra trampa histórica. Biológicamente las mujeres en la edad madura podemos seguir disfrutando de la sexualidad, no como les ocurre a los hombres”, aclara.
Pero es un tema olvidado y caracterizado por el silencio. "Como estudiosa del envejecer sabía que algún día debería entrar a fondo en el asunto de la erótica de las mujeres mayores, un tema sobre el que casi no hay investigación ni conocimiento contrastado y en el que apenas se ha oído la voz de las mujeres. Sobre este asunto no se habla socialmente, pero tampoco entre nosotras hablamos de ello demasiado," opina.
Y se muestra optimista. “Creo que hemos avanzado mucho en este tema. Antes éramos meros seres reproductivos y cuando dejábamos de tener la regla perdíamos nuestro valor en la sociedad. Ahora la menopausia puede significar para muchas mujeres mayor libertad sexual”. Y se congratula de que todo esto haya sido posible gracias a la lucha feminista, que también ha avanzado hacia tratar todos los temas, crear más estudios de género e iluminar cada vez a más hombres y mujeres sobre el cambio.