Enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer o la demencia son cada vez más comunes entre las personas mayores. De hecho, una investigación reciente descubría que el número de personas con demencia podría triplicarse de aquí a 2050. En este sentido, son muchos los profesionales y expertos que han tratado de desentrañar las causas de estas enfermedades y las formas de detectarlas anticipadamente.
Por el momento, son varios los estudios que indican algunas pautas o hábitos que pueden reducir el riesgo de sufrir una enfermedad neurodegenerativa, aunque un equipo de la Universidad de California en San Diego (UCSD) ha ido más allá y ha desarrollado una aplicación que podría permitir detectar la enfermedad de Alzheimer, el TDAH y otras enfermedades y trastornos neurológicos mediante la observación de la pupila.
Esta aplicación utiliza una cámara de infrarrojo cercano, tal y como explica la Universidad en un comunicado, que está integrada en los teléfonos inteligentes que permiten el reconocimiento facial e incluyen una cámara selfie para observar cómo cambia el tamaño de la pupila de una persona, y así evaluar la condición cognitiva de una persona.
Colin Barry, Ph.D. en ingeniería eléctrica e informática, estudiante de UC San Diego y primer autor del artículo, que recibió una Mención de Honor al premio al Mejor Artículo, se mostraba "entusiasmado con el potencial de usar esta tecnología para llevar la detección neurológica fuera de los laboratorios clínicos a los hogares”. “Esperamos que esto abra la puerta a nuevas exploraciones sobre el uso de teléfonos inteligentes para detectar y monitorear posibles problemas de salud antes de tiempo”, añadía.
Tras la investigación realizada, los investigadores descubrieron que el tamaño de la pupila puede proporcionar información sobre las funciones neurológicas de una persona: el tamaño de la pupila aumenta cuando una persona realiza una tarea cognitiva difícil o escucha un sonido inesperado.
De esta forma, la medición de los cambios en el diámetro de la pupila podría posibilitar una forma sencilla y fácil de diagnosticar y controlar diversas enfermedades y trastornos neurológicos. Sin embargo, se trata de una prueba que requiere actualmente de un equipo especializado y costoso, por lo que no es práctico realizarlo fuera del laboratorio o la clínica, señalan los ingenieros del laboratorio de salud digital, dirigidos por el profesor de ingeniería eléctrica e informática de UC San Diego, Edward Wang, que colaboraron con investigadores del Centro de Tecnología de Salud Mental de UC San Diego (Centro MHTech) para desarrollar una solución más asequible y accesible.
“Una herramienta escalable de evaluación de teléfonos inteligentes que se puede usar para evaluaciones comunitarias a gran escala podría facilitar el desarrollo de pruebas de respuesta de la pupila como pruebas mínimamente invasivas y económicas para ayudar en la detección y comprensión de enfermedades como la enfermedad de Alzheimer. Esto podría tener un gran impacto en la salud pública”, explicaba Eric Granholm, profesor de psiquiatría en la Facultad de Medicina de UC San Diego y director del Centro MHTech.
¿Cómo funciona?
Esta aplicación utiliza la cámara de infrarrojo cercano de un teléfono inteligente para detectar la pupila de una persona. En el espectro infrarrojo, la pupila se puede diferenciar fácilmente del iris, incluso en ojos con colores de iris más oscuros. Esto permite que la aplicación calcule el tamaño de la pupila con gran precisión en diferentes colores de ojos. La aplicación también utiliza una imagen en color tomada por la cámara selfie del teléfono inteligente para capturar la distancia estereoscópica entre el teléfono inteligente y el usuario. Luego, la aplicación usa esta distancia para convertir el tamaño de la pupila de la imagen del infrarrojo cercano en unidades milimétricas.
Estas medidas fueron comparables a las tomadas por un dispositivo llamado pupilómetro, el estándar de oro para medir el tamaño de la pupila. Además, los investigadores incluyeron también varias funciones en su aplicación para facilitar su uso a las personas mayores.
“Para nosotros, uno de los factores más importantes en el desarrollo de tecnología es garantizar que estas soluciones sean finalmente accesibles para cualquier persona. Esto incluye a personas mayores, que podrían no estar acostumbradas a usar teléfonos inteligentes”, comentaban los investigadores, que trabajaron con personas mayores para diseñar una interfaz simple que permitiera a los usuarios autoadministrarse pruebas de respuesta. Esta interfaz incluía comandos de voz, instrucciones basadas en imágenes y un visor de plástico económico para dirigir al usuario a colocar su ojo dentro de la vista de la cámara del teléfono inteligente.
"Al realizar pruebas directamente con personas mayores, aprendimos sobre formas de mejorar la usabilidad general de nuestro sistema e incluso nos ayudaron a innovar en soluciones específicas que facilitan que las personas con diferentes limitaciones físicas sigan usando nuestro sistema con éxito", explicó Wang. “Al desarrollar tecnologías, debemos mirar más allá de la función como la única métrica del éxito, pero debemos comprender cómo nuestros usuarios finales, que son muy diversos, utilizarán nuestras soluciones”.
El trabajo continúa para permitir esta función en cualquier teléfono inteligente. También se prevé trabajar con personas mayores para evaluar el uso doméstico de esta tecnología y se trabajará con personas mayores con deterioro cognitivo leve para probar la aplicación como una herramienta de detección de riesgo para la enfermedad de Alzheimer en etapa temprana.