Los abuelos son un pilar esencial en las familias, así se ha demostrado en muchas ocasiones. Ahora, un nuevo estudio ha revelado que el apoyo de los abuelos también resulta beneficioso para la salud de las madres, y en concreto, puede protegerlas de la depresión.
Según varias encuestas de Fundación Alares, las familias recurren en gran medida a los abuelos para el cuidado de los hijos, de hecho, cerca del 50% de los encuestados afirmaba que no podrían continuar con su jornada laboral si no tuvieran la ayuda de sus familiares mayores en su día a día. También durante las vacaciones de verano, y es que el 60% de las familias había recurrido alguna vez a los abuelos y abuelas para cuidar de los más pequeños durante las vacaciones.
Un estudio de 2017 incluso señalaba que cuidar de los nietos puede ser beneficioso para la salud de los abuelos. Ahora, un nuevo estudio, publicado en Population Studies, asegura que las madres toman menos antidepresivos si cuentan con el apoyo de sus padres o sus suegros, sobre todo aquellas que se separan y pasan a ser madres solteras.
Los investigadores del estudio utilizaron datos de registros longitudinales finlandeses sobre más de 488.000 madres, de las cuales 116.917 estaban separadas y 371.703 no estaban separadas, para observar las diferencias que había en las compras de antidepresivos en función de si contaban con la ayuda de los abuelos.
En este sentido, observaron que "la edad más joven de los abuelos (menos de 70 años), el empleo y la falta de problemas de salud graves predijeron una menor probabilidad de depresión materna", por su mayor facilidad para brindar apoyo. Es más, la depresión "también era menos común si los abuelos vivían cerca de la madre y si la unión de los abuelos maternos estaba intacta", añaden.
Destacan, a su vez, que las abuelas maternas solían ser más importantes, frente al papel de los abuelos paternos, así como que "es muy posible que el bienestar mental de las madres también dependa de la expectativa de apoyo en un momento de necesidad, más que del apoyo realmente recibido".
"Si bien nuestro estudio ha proporcionado una serie de hallazgos que son relevantes para comprender cómo el contexto social más amplio moldea la salud mental de los individuos y las consecuencias de eventos negativos en el curso de la vida, como la separación", aclaran que "no estuvo exento de limitaciones", explicando que "aunque pudimos medir varias características de los abuelos maternos y paternos, nuestro conjunto de datos no contenía ninguna medida directa de los intercambios de apoyo entre madres y abuelos".
"El aumento de la esperanza de vida, junto con el aplazamiento de la fertilidad, aumentará el número de niños con abuelos mayores y frágiles en el futuro, y nuestros resultados sugieren que estos niños tendrán más probabilidades que otros de tener madres con depresión", añaden, animando a futuros estudios a "examinar con más detalle cómo las transferencias de apoyo hacia abajo y hacia arriba están dando forma a las trayectorias de salud mental de la generación sándwich".
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.