Arabia Saudita ha creado la Fundación Hevolution para investigar la forma de revertir el envejecimiento y lo hace con una apuesta elevada: 1.000 millones de petrodólares en inversión y un gabinete ejecutivo compuesto por algunos de los científicos más famosos –y de dudosa reputación deontológica– del mundo. La decisión no está exenta de polémica en un régimen que destinará el dinero del país a prolongar la calidad de vida de sus inversores.
Frenar el envejecimiento, ¿pero cómo?
Entre las líneas de investigación más prometedoras sobre la ralentización del envejecimiento y la longevidad se encuentran la reprogramación celular, la terapia génica, los tratamientos con células madre o la dilución de plasma. Sin embargo, tanto la investigación como una posible aplicación clínica a la población general resultarían muy costosas y lejanas en el tiempo.
Desde la fundación saudí, el objetivo es dotar de incentivos a investigadores, instituciones académicas, organizaciones profesionales, empresarios y gobiernos, si bien no se especifica ni para qué tipo de investigaciones ni con qué propósitos finales.
Algunos foros relacionados con la lucha contra el envejecimiento especulan que lo más probable es que retomen algunas de las investigaciones con compuestos químicos que alargaron la vida de otras especies pero que no llegaron a ser probados en humanos ni comercializados.
La realeza saudí, gigantes del azúcar y oligarcas rusos
Hevolution procede de las palabras Health (salud) y Evolution (evolución) que se define como una organización sin ánimo de lucro pese a estar en gran parte financiada y estructurada tanto en el Consejo de Administración como en los puestos directivos por personajes pertenecientes al reino saudí. Asimismo, la adjudicataria de la dirección ejecutiva a MehMooh Khan, director científico de la compañía de bebidas azucaradas Pepsi o la participación en el consejo de Evgeny Lebedev, hijo de un oligarca ruso sancionado y ex oficial de la KGB, no casan con la imagen utópica de la fundación.
La carrera hacia atrás
Aunque la monarquía saudí se posiciona en cabeza en la inversión contra el envejecimiento, los hombres más ricos del planeta se han sumado a la puja; Jeff Bezos (fundador de Amazon), Peter Thiel, (el cofundador de PayPal con Elon Musk), Sergei Brin y Larry Page (creadores de Google).
