En España hay actualmente 800.000 personas con alzhéimer, según la Sociedad Española de Neurología (SEN). Lo más probable es que cuando pensemos en estos pacientes nos imaginemos a una persona mayor, pero también existen casos donde la enfermedad aparece de manera precoz, antes de cumplir 65 años.
Ana del Alto (anadelalto.com)es una de estas personas. En 2015, cuando tenía 39 años, ella y su familia tuvieron que asumir que el alzhéimer había llegado a sus vidas, y lo supieron antes de que la propia Ana tuviera un diagnóstico oficial. “Ella es consciente de la enfermedad antes que los propios médicos, porque se suele tardar tres años en confirmar la enfermedad como tal, pero como Ana tenía de antecedentes a su padre y su abuelo, supimos lo que era antes de que un médico nos lo dijera”, explica a 65YMÁS José Luis Fernández Sierra, marido de la artista, y portavoz de la Fundación Alzheimer España (FAE) de los pacientes de alzhéimer precoz y sus familiares.
Pero lejos de resignarse, Ana quiso aprovechar que la enfermedad no estaba muy avanzada para dejar un legado que su familia y amigos pudieran tener siempre: “Ese camino fue sencillo porque lo que teníamos que hacer era convencer a la comunidad médica de que tenía la enfermedad. Era el mundo al revés, pero eso le sirvió de fuerza para asumir la enfermedad desde el minuto uno, y tratarla como otro tipo de patología que te pueden diagnosticar”, cuenta.
La mujer eligió la pintura para expresarse, y mientras el alzhéimer avanzaba, ella luchó contra el tiempo para hacer el mayor número de obras posibles. Tanto es así, que podía pasar entre 8 y 10 horas diarias creando: “En total pintó 32 obras, de las cuales cinco no se pueden exponer porque forman parte de colecciones privadas. Todas han sido pintadas al óleo, excepto ocho, que se realizaron con una técnica de tres cristales superpuestos. De hecho, para evitar su deterioro”, cuenta José Luis.
En su página web, su marido explica cómo mientras el deterioro iba avanzando, su obra también "está a punto de finalizar". De esta manera, Ana pintó con alzhéimer en fase 4, 5 y 6, y aunque su firma va cambiando, e incluso en ocasiones se olvida de firmar, "el color sigue en su mente" y la enfermedad no termina de "llevarla al negro, aunque sus pinturas ya empiezan a ser menos perfectas pero siguen teniendo su esencia".
Su obra quiere visibilizar el alzhéimer precoz
Ahora, su legado puede verse en el Hospital Clínic de Barcelona hasta el 6 de abril, bajo el nombre Arte para recordar. “Queremos que la obra de Ana llegue a los hospitales porque sirve para que los profesionales puedan ver que el alzhéimer es otra cosa, porque muchos desconocen que los afectados no son solo personas mayores, sino también gente joven como Ana, en la máxima explosión de su vida”, explica José Luis.
El resultado final de sus obras no es lo único que se podrá ver en la exposición, ya que, gracias a sus familiares, también se podrá ver todo el proceso creativo que siguió Ana, así como todo lo que experimentó mientras realizaba sus pinturas. Y lo podremos conocer gracias a un código QR que va incorporado en cada cuadro para entender la tristeza o la alegría de la artista, y los sentimientos que quería reflejar en cada obra.
Después de Barcelona, la obra volverá a Madrid, de donde es Ana y su familia, y podrá visitarse el día 19 de abril en la Biblioteca Pública Municipal José Saramago (Fuencarral-El Pardo): “Tenemos la agenda del año completa”.
Mientras la obra de Ana viaja por toda España, su marido, José Luis, nos cuenta que Ana no se dedicó solo a pintar, también enseñó a otros pacientes con la misma enfermedad que ella, todo lo que sabía sobre el arte. “Le animamos a que lo hiciera porque ella ya tenía un deterioro de pensamiento y de capacidades cognitivas, pero era consciente de que pintaba muy bien, y no nos costó nada convencerla, le pareció muy buena idea. Solo necesitaba un pequeño empujón para creer en sus posibilidades, porque no creía”, indica su marido.
Y gracias al apoyo de su familia, dirigió y creó el taller de Arteterapia en la Fundación Alzheimer España, donde además de enseñar, visibilizó esta enfermedad en edades tempranas, lo mismo que hace y harán sus pinturas. “La Fundación Alzheimer lo que quiere es dulcificar la enfermedad dentro del dramatismo. Yo he perdido a Ana, y seguramente perderé a mis hijos, porque esto es hereditario. Voy a perderlo todo, pero aun así queremos transmitir a todos los enfermos, sobre todo a los jóvenes, porque los alzhéimeres precoces tienen una problemática más dura que nuestros padres”, confiesa el portavoz de la Fundación.
“No tenemos capacidad para curar la enfermedad, pero sí tenemos capacidad para dulcificarla tanto al enfermo como al familiar, y Ana es el ejemplo. Cada uno tiene una pasión dentro de él, el de Ana era la pintura, y por eso intentamos descubrir los misterios que cada paciente lleva dentro”, asegura José Luis.
Y es que Ana es una de las muchas personas que supieron encontrar en una enfermedad tan cruel como el alzhéimer, un rayito de luz para afrontarla de otra manera, y como dice su marido, dulcificar esos momentos tan duros para ella y para su familia. Y aunque ellos no la olvidarán nunca, sus obras también se encargarán de que su esfuerzo y su ejemplo lleguen a todo aquel que lo necesite.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.