La artista española/holandesa Alicia Framis, considerada como una de las artistas más importantes de Europa por su implicación en temas relacionados con las mujeres y las minorías, a través de intervenciones que combinan arte, arquitectura, diseño, vestimenta y performance, sin dejar de lado la participación pública, ha ido un paso más allá y se convertirá en la primera persona en casarse con un holograma.
"Casi todos mis proyectos abordaron, directa o indirectamente, las diversas causas y significados del aislamiento y la soledad inducidos por la ansiedad que surgen en las ciudades", explica en su página web.
Cuenta que en Barcelona se encontró con "una soledad que probablemente se multiplicaría en barrios específicos donde personas de orígenes culturales demasiado diversos en los niveles socioeconómicos más bajos de la sociedad cohabitan según lo regulado por el nivel de ingresos, perdiendo los vínculos sociales directos de apoyo que alguna vez existieron en un ambiente más amplio". También en Mönchengladbach (Alemania), donde encontró "la soledad que se filtraba en las últimas etapas de vidas, donde los sistemas de apoyo médico para las personas mayores estaban demasiado pragmáticamente universalizados para la regulación administrativa".
Esto ha servido de inspiración para Framis, que ha puesto en marcha este martes 28 de noviembre el proyecto performativo The Hybrid Couple (La pareja híbrida), con el que explora la integración de la Inteligencia Artificial (IA) en la vida diaria de las personas y el arte, según ha informado en un comunicado y recoge Europa Press.
En concreto, la primera perfomance de este proyecto, que cuenta con la colaboración de especialistas en tecnología y pensadores europeos, se titula The First Woman to Marry a Hologram (La primera mujer en casarse con un holograma), con la que "celebrará su matrimonio con una inteligencia artificial", un holograma inteligente llamado AiLex que "satisface todas sus necesidades emocionales".
No solo eso, Framis también "compartirá su vida y emociones", lo que le permitirá "abordar temas contemporáneos como post-humanismo y virtualidad" y explorar de forma innovadora las relaciones humanas.
"Imagina tener una pareja que esté ahí para ti cada vez que la necesites, una relación que combata la soledad en las ciudades". De esta forma, se podrá "conectar emocionalmente a los humanos con la inteligencia artificial", señala la cuenta de Instagram del proyecto, donde se han compartido algunos vídeos.
"Los hologramas están más cerca de sus emociones que los robots. Amor y sexo con robots y hologramas son una realidad inevitable. Son grandes compañeros y son capaces de expresar empatía. Así como los teléfonos nos salvaron de la soledad y llenaron el vacío en nuestras vidas, hologramas como presencias interactivas en nuestros hogares pueden llevarlo aún más lejos", añade.
En 1996, Framis ya se convirtió en la primera artista en convivir con un maniquí. Ahora, con esta escultura holográfica, "entrenada a partir de perfiles de personas conocidas de la artista", se casará el próximo verano en el museo Depot Boijmans Van Beuningen de Rotterdam, en Países Bajos.