Así será el primer Senior Cohousing en la Sierra Norte de Madrid

El proyecto Senior Cohousing Co-Rural Robregordo rehabilitará un antiguo hotel-escuela de sindicatos, en desuso desde hace dos décadas. Las instalaciones se convertirán en un lugar de residencia conjunta para mayores de 50 años. De esta manera, el municipio de Robregordo se convertiría en la primera comunidad de cohabitación sénior de la sierra de Madrid.

El proyecto nace con el Convenio de Colaboración entre la Comunidad de Madrid y la Mancomunidad de Servicios Sociales Sierra Norte. Se llevará a cabo gracias a los fondos europeos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, gestionados por la Dirección General de Atención al Mayor y a la Dependencia de la Consejería de Familia, Juventud y Política Social. Por el momento, se han destinado dos millones de euros para esta vivienda cooperativa.

¿Qué es el cohousing?

El mercado tradicional de la vivienda está viendo cómo, poco a poco, aparecen alternativas habitacionales para subsanar algunos problemas que presentan personas vulnerables para acceder a un hogar. Entre los últimos términos que se han extendido está el cohousing.

El cohousing es un modelo de vivienda colaborativa. Una cooperativa adquiere la propiedad de unos inmuebles y los socios hacen un uso indefinido de ellos, pagando la parte correspondiente de los gastos generales. Por ejemplo, según las estimaciones recogidas en el anteproyecto, la inversión a realizar por las personas socias de esta cooperativa se situaría en una horquilla de entre 12.940 y 16.345 euros (PEC+IVA).

Este modelo está en auge. Se trata de una solución complementaria a las residencias tradicionales, pues esa comunidad e interacción favorece el envejecimiento activo y evita la soledad no deseada. Así, hay una parte residencial privada para cada persona, pero también una parte importante es común e incita a la interacción con los demás residentes. Ya hay más de una veintena en funcionamiento en España y cada vez hay más iniciativas innovadoras.

“El Senior Cohousing no es un edificio, ni una vivienda, es una comunidad de personas mayores, un estilo de vida basado en la colaboración y en la ayuda mutua, y donde son los socios de la cooperativa quienes participan de la gestión y deciden cómo quieren vivir”, explica José Carlos Rodrigo, presidente de Hábitat Colaborativo S.COOP.AND, entidad especializada en el diseño y gestión de proyectos de Senior Cohousing.

Gimnasio, peluquería y salón de actos

El proyecto de Robregordo va mucho más allá de ser una “urbanización”. El edificio que acoge la iniciativa cuenta con antiguas oficinas y un aulario que serán mantenidas y convertidas en servicios según las necesidades de los cooperativistas. Así, podrán disponer de un gimnasio, talleres, terapias y hasta servicios de peluquería.

En la planta principal también se contempla una gran terraza al sur y un salón de actos que favorezca el encuentro. De esta manera, se crea un espacio comunitario y participativo donde desarrollar actividades culturales o deportivas y atender las necesidades de servicios sociales de los vecinos de la comunidad, del municipio y de la comarca.

La accesibilidad es otro de los aspectos más importantes del diseño de la comunidad. Por ese motivo, el proyecto de rehabilitación incluye también la instalación de un ascensor.

En cuanto al número de personas que podrán instalarse, se estima que podrían rondar las 47 personas. El anteproyecto plantea 20 apartamentos de entre 40 y 65 m2 repartidos entre la primera y segunda planta, todos ellos con un salón comedor con cocina americana, un dormitorio y cuarto de baño accesible y con espacio suficiente para que los residentes puedan adaptarlo en el futuro a sus necesidades. También cuentan con un trastero en el sótano para poder guardar sus pertenencias.

La tercera planta de este inmueble acogerá el elemento más innovador de este proyecto. Se trata de una unidad de convivencia, que consiste en ofrecer asistencia domiciliaria integral centrada en las personas mayores que no son tan autónomas, pero que buscan una atención familiar y sentirse en un hogar. Esto permite, por ejemplo, que habiten juntas personas jubiladas que tienen a su cargo a un mayor octogenario o nonagenario con necesidad de apoyos.

El inicio de las obras está previsto para el segundo semestre de este año.