El gaditano Juan Fernández Romero (Cádiz, 1947), miembro de la Junta Directiva de la Unión Democrática de Pensionistas (UDP) lleva al frente de la Federación Territorial de Pensionistas y Jubilados de Andalucía - UDP, como presidente, desde hace cuatro años y recientemente ha renovado para un nuevo mandato en esta institución que nació en 2003, aunque la Unión Democrática de Pensionistas (UDP) se estableció en Andalucía en 1977. En aquella época Fernández Romero aún estaba en activo trabajando en un Centro de Mayores dependiente de la Junta de Andalucía, “y siempre colaboraba con UDP Cádiz en todo lo que podía, sobre todo en lo referente a trámites burocráticos, administrativos y papeleos. De hecho la Unión reconoció mi ayuda y dedicación nombrándome socio de honor cuando yo aún estaba en activo”.
-PREGUNTA.: ¿Cuántos asociados tienen actualmente?
-RESPUESTA: En Cádiz capital teníamos unos 800, pero había quien no pagaba sus cuotas, por diversos motivos y también otros habían fallecido. Por eso revisamos el censo y actualmente somos unos 300 socios y en toda la Federación andaluza alrededor de 1.400.
-P.: ¿Por qué hay presencia de UDP en todas las provincias andaluzas menos en Córdoba?
-R.: No quiero eludir mi responsabilidad, pero yo vengo heredando situaciones previas. Antes teníamos unos programas de expansión por la Comunidad Autónoma que ahora, por el recorte de las subvenciones, no es posible. Pero Córdoba tiene suficiente número de población como para disponer de representación propia en UDP y en ello estamos trabajando. Hay mucha gente que nos llama interesándose por ingresar en la Unión.
-P.: Supongo que vuestra mayor preocupación en Andalucía, como en el resto de España, son las pensiones...
-R.: Efectivamente, nos preocupa mucho el blindaje de las pensiones en la Constitución y que no llegue cualquier partido político y pueda hacer demagogia con nosotros. No queremos ser moneda de cambio de nadie ni que se nos prometan muchas cosas durante las campañas electorales para inducirnos al voto diciendo unos que las van a subir el 2% y otros el 3%. El artículo 50 de la Constitución es un poco ambiguo y debe ser matizado. Queremos que las pensiones estén protegidas en la Constitución, sean dignas y se revaloricen cada año según el IPC. Que no nos puedan decir otra vez aquello de que las circunstancias económicas no son favorables y subimos un 0,25%. Ya nos han tomado el pelo bastantes años con el 0,25%. ¿Qué le van a contar a esos pensionistas y a esas viudas que tienen seiscientos y pico euros de pensión y le suben un euro y medio, otra vez el mismo cuento?
-P.: De hecho Andalucía fue de las Comunidades Autónomas más proactivas en las protestas contra el 0,25%...
-R.: Sin duda la capital de las protestas es Bilbao, pero aquí también nos hacemos oír. No es justo que Andalucía tenga la pensión media más baja de España, 952 euros frente a los 1.079 del resto. Y gracias a que aquí tenemos los polígonos industriales de aeronáutica y las petroleras de Algeciras que nos suben un poco la media, pero en las zonas rurales, que están abocadas al PER y los salarios agrícolas, hay pensiones muy bajas; de echarte a llorar.
-P.: ¿A cuanto deberían llegar las pensiones?
-R.: La pensión media debería ser de 1.080 euros. Con estas pensiones que ahora se cobran en Andalucía hay que hacer frente a la luz, al agua, al IBI y no es posible. Estamos entre todos reflotando a la banca y nos dicen que no hay dinero para las pensiones. Y no se puede olvidar que hay muchas casas y muchas familias, un tercio, que están saliendo adelante gracias a que las sustenta las pensiones de sus mayores.
-P.: ¿Y qué sucede con la pobreza energética en Andalucía?
-R.: Hay muchísima. Actualmente tenemos una lucha con las eléctricas porque se oponen al bono social, no quieren, no les interesa. Hay muchas personas que no pueden pagar ni la luz ni el agua que no dejan de subir. Sobre todo la luz, que sube cuándo y cómo quiere y los gobiernos no frenan a esta gente. Las puertas giratorias tienen mucha fuerza en este país.
-P.: Seguro que también les preocupa la atención a la dependencia…
-R.: El problema de la dependencia en Andalucía está muy mal, muy mal, muy mal. La Ley de la Dependencia se aprobó en 2006 y fue uno de los más grandes logros de nuestra democracia. En un principio se decía que en un máximo de seis meses desde que se recibiera la solicitud, el trámite debería estar resuelto, pero de esto hace 13 años y la situación se ha ido deteriorando. Como siempre, a los más pobres es a los que le cae todo encima, se recortó al máximo durante la crisis. Aquí, en Andalucía, esos seis meses son ya dos años de espera y muchos no llegan a disfrutar de la prestación al cabo de ese tiempo. Menos mal que algo ha mejorado gracias a los viernes sociales del Consejo de Ministros, porque cuando se aproximan las elecciones siempre surge algo bueno para los mayores y se ha logrado que las personas que cuidan a los dependientes sigan cotizando a pesar de que hayan tenido que dejar sus trabajos para encargarse de sus familiares. También tendrían que aumentarse las plantillas de los trabajadores encargados de realizar estos trámites y los trabajadores sociales, porque los que hay están de trabajo hasta arriba.
-P.: ¿Esa falta de trabajadores sociales afecta también al problema de la soledad no deseada?
-R.: Sí, incluso gente que tiene familia y nadie va a verles. Nosotros en Cádiz hemos organizado en UDP, al igual que a nivel nacional, grupos de voluntariado, mayores todos ellos, que ayudan a personas también mayores que están solas y a las que ofrecen acompañamiento. Contamos con un programa de comedor, en el que atendemos y alimentamos dignamente a 53 personas. Además se les lleva diariamente la comida a su casa si tienen problemas de movilidad. Está subvencionado gracias a la casilla del 0,7% del IRPF destinada a fines sociales. La soledad es muy dura, nosotros también intentamos organizar actividades para paliarlo y facilitar que salgan de sus casas y conozcan a otras personas. Hacemos viajes por la provincia, juegos, bailes… de hecho, aunque es anecdótico, ha salido alguna pareja de allí.
-P.: ¿Qué espera UDP Andalucía del nuevo Gobierno recién formado de la Junta?
-R.: Aún llevan poco tiempo y no se han definido mucho en sus políticas sociales, pero deberían mejorar lo que teníamos, porque aunque no estaba mal, todo es mejorable. En cualquier caso, los pactos que se han realizado nos transmiten bastante recelo y mucha incertidumbre. Pero tampoco podemos adelantar ningún juicio sobre unas políticas que aún no se han manifestado. Esperamos que se reúnan con los mayores y nos expliquen qué piensan hacer con nosotros.