Las Aulas Senior de Galicia (@ategal ), fundadas en 1978, son unas de las más antiguas de toda España, junto a las de Madrid y Valencia. Esta asociación, que forma parte de Confederación Española de Aulas de Tercera Edad (@mayoresceate ), imparte clases a 1.500 alumnos en 8 sedes repartidas por toda la comunidad y cuenta con 50 profesores.
"La diferencia fundamental con la Universidad de Mayores es el tema de la asistencia", comenta la directora de Ategal, Paula Sande. De esta manera, la asociación no orienta sus cursos a la obtención de un título sino a poder realizar un "aprendizaje permanente a lo largo de la vida".
Asimismo, no sólo imparten asignaturas más clásicas como literatura, idiomas o historia sino que también tienen una parte de la formación orientada a la actividad física con clases de pilates, Yoga o Tai Chi y otra relacionada con el uso de las tecnologías. Además, ofrecen actividades externas de ocio como excursiones o visitas a museos.
En cuanto al perfil de sus alumnos, es muy variado. Aunque pueden acudir a sus clases personas de más de 50 años, la mayoría de los asistentes suelen tener entre 65 y 93 y un 80% de ellos son mujeres. "Tenemos alumnos desde hace más de 25 años", apunta. "Viene gente cada vez más mayor. La gente de 65 es muy joven. No se sienten mayores", señala.
Educación adaptada a las personas
"Tratamos de adaptarnos al grupo. Galicia es una comunidad pequeña, pero sabemos que lo que funciona mejor en A Coruña no tiene porque hacerlo en Santiago. Por ejemplo, en Padrón va de maravilla el Tai Chi, pero en Compostela no", explica. Por esta razón, la asociación no sólo propone actividades sino que también bebe de las sugerencias de sus integrantes y está en constante cambio y renovación.
Así, es "muy común" que cuando los usuarios se apuntan en septiembre la asociación trate de adaptar los horarios, dentro de lo posible, a sus situaciones personales. "Intentamos respetar los intereses del alumnado. Muchas veces son ellos los que nos proponen", sostiene.
Capacidad para aprender siendo mayor
"Todos tenemos la capacidad de aprender, nos funciona igual la mente", afirma Sande. A su parecer, la edad no es una escusa o un impedimento. No obstante, sí que se deben adaptar los contenidos a las exigencias de los mayores. "Tenemos gente que lleva en iniciación de idiomas dos o tres años", comenta y añade que se debe, en muchos casos, a que dejan los cursos a la mitad y lo "lógico" es que se vuelvan a apuntar a iniciación para afianzar los conocimientos. "Las personas mayores tienen mayor interés que un adolescente. Están porque les apetece", asegura.
Por ello, a la hora de contratar a sus profesores no sólo tienen en cuenta sus conocimientos sino también su capacidad de comunicación y de ponerse en la piel de los otros, así como que usen una metodología clara.
"Tengo casos de personas que fueron reacias a la tecnología durante tiempo y, de repente, han tenido una necesidad y se han puesto. Han hecho el esfuerzo de aprender porque tenían una motivación", matiza. "A lo mejor no lo hacen al mismo ritmo que los demás, pero cuando algo de verdad te interesa, tienes la capacidad de aprender", concluye.