65ymás
Asociaciones de mayores
Autorrealización y aprendizaje, entre las motivaciones de los mayores para ser solidarios
UDP publica un estudio sobre la participación de los mayores en organizaciones sin ánimo de lucro
Tomando como punto de partida los informes publicados en el Barómetro MayoresUDP, la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España (UDP), en colaboración con el Observatori del Tercer Sector y Cocemfe Barcelona, ha publicado un nuevo estudio sobre La participación de las personas mayores a través de las organizaciones sin ánimo de lucro.
El objetivo de esta investigación es fortalecer y apoyar el movimiento asociativo y fundacional entre las personas mayores en España, detectando necesidades y comprendiendo los aspectos que motivan a las personas mayores a participar activamente en la sociedad. Valores altruistas, humanitarios, experiencias de aprendizaje, oportunidad de ejercitar el conocimiento o la mejora del autoestima y la satisfacción personal son algunas de las principales motivaciones.
El estudio ha contado con la participación de personas de más de 65 años vinculadas a movimientos asociativos y a las entidades de mayores, pensionistas y jubiladas y cuya acción voluntaria y solidaria realizan en entornos urbanos, permitiendo conocer sus motivaciones y su contribución al desarrollo social en nuestro país.
Se trata de personas muy vinculadas con los movimientos sociales a lo largo de su vida. Algunas de las personas participantes ya militaban en su juventud o madurez en entidades, asociaciones y/o organizaciones sociales y, tras alcanzar la etapa jubilación, han seguido vinculadas con el voluntariado y la participación social.
El asociacionismo de las personas mayores constituye un canal primordial de participación, que se traduce en su presencia en las propias entidades de personas mayores, pensionistas y jubiladas y en el voluntariado. Asmismo, el voluntariado juega un papel fundamental como ayuda complementaria a las ofrecidas por las administraciones públicas, que en muchas ocasiones, por falta de medios, no llegan a todas las personas que la requieren.
¿Qué motiva a las personas mayores a ser solidarias?
“Me sentía bien. Me di cuenta de que antes de ayudar tienes que saber qué es lo que necesita esa persona; escuchar, ponerte en la posición del otro, empatía, a partir de ahí, hasta en los pequeños detalles, del vecino de al lado, para poder subirle la comida, o ayudarles en algo, te das cuenta en que tienes que saber cómo ayudarlo. Tienes que saber cómo vas a dar y cómo lo van a recibir. Eso me ha hecho crecer bastante a nivel personal e ir aprendiendo más cosas”, es una de las respuestas.
El estudio muestra el sentimiento de autorrealización, como un punto clave y de motivación para las personas mayores solidarias y voluntarias. Vinculado además con aspectos como el crecimiento personal, la búsqueda de una misión en la vida y la ayuda desinteresada hacia las demás personas.
Pero también a la conciencia y la sensibilidad ante asuntos sociales, altruistas y humanitarios o al sentimiento de legado o trascendencia más allá de su propia persona.
Muchas de las personas participantes en los grupos de discusión manifestaron los efectos positivos del voluntariado y cómo ayudar a las demás personas beneficia y aporta “sentido” a su vida cotidiana y salud psíquica, física y vital.
“Una manera de agradecer lo que a mí me ha pasado ha sido dedicar cuando he tenido tiempo a un retorno social. Esto me ha llevado un retorno positivo que tenemos la sensación que recibimos más de lo que damos. Te sienta bien cuando una buena persona te hace sentir valorado por ti mismo”, señala otro participante en el barómetro.
Para la mayoría de las personas que han participado en el estudio, haber disfrutado de buena calidad de vida les “obliga” a devolver a la sociedad la calidad de vida que disfrutan o han disfrutado. Son muchas de ellas, las que consideran que el coste que supone realizar voluntariado, es mucho menor que el beneficio que obtienen.
Participación y empoderamiento
El nuevo estudio también recoge las principales necesidades o reivindicaciones de las entidades de personas mayores en materia de representación y participación activa en los órganos consultivos y la pérdida de derechos que está suponiendo la brecha digital en el colectivo. Todo ello, enmarcado en la crisis sanitaria de la Covid-19.
La consciencia colectiva, contar con una identidad propia y diferenciada, son algunos de los mayores logros que ha conseguido el colectivo de personas mayores, tal como expresan las personas participantes en el estudio.
Además, son claves para la participación activa de las personas mayores en las organizaciones de la sociedad civil y de empoderamiento, pudiendo observar el efecto del compromiso a la hora de reivindicar los propios derechos de la persona mayor ,y al mismo tiempo, del colectivo del que se forma parte.
"El de los mayores es un sector social menospreciado. Políticamente, sanitariamente, culturalmente y económicamente. Se renuevan las pensiones sin hablar con los pensionistas. ¡Están ahí! Y el concepto de anciano, que te extrae, te saca de la sociedad y te deja en un rincón marginado", aunta uno de los mayores.
La falta de reconocimiento social y político del colectivo de las personas mayores, la defensa de sus derechos y necesidades, el hecho de afirmarse como un colectivo lleno de capacidad y de derechos, son otras de las motivaciones sociales que llevan a las personas mayores a la participación activa.
Ante la baja representatividad social y política percibida sobre el colectivo por parte del resto de la sociedad, las personas mayores reclaman espacios para tener voz propia y ser escuchados y plantean la defensa del colectivo como un reto.
El estudio también refleja cómo la conciencia colectiva de las personas mayores ha sido un motor fundamental para luchar contra lacras socialmente aceptadas como es la discriminación por edad o edadismo, y como se refuerzan los rasgos identitarios y el compromiso con la entidad u organización civil y lucha para la mejora de la situación actual.
El movimiento asociativo de los mayores ante el Covid
La pandemia de la COVID-19 ha afectado también y de forma significativa a la participación social de las personas mayores. La brecha digital entre muchas personas del colectivo, así como las dificultades en el acceso a las Tecnologías de la información y la comunicación (TIC) es un factor clave en el grado de implicación y participación en las organizaciones sin ánimo de lucro y las relaciones con otros colectivos.
Un sentimiento común en todos los grupos de discusión es que las soluciones digitales han sido poco efectivas en las entidades y/o organizaciones de mayores, ya sea por desconocimiento o falta de recursos telemáticos, y ha incrementado, si cabe más, la ya existente brecha digital en gran parte del colectivo de mayores, las situaciones de aislamiento social o de soledad no deseada.
En este sentido, las entidades de mayores consideran positivo y fundamental apostar por intercambios intergeneracionales, crear vínculos de actuación con otros colectivos para nutrirse de sus conocimientos, sobre todo en referencia al uso de las TIC, y reducir los falsos estereotipos y estigmas sobre las entidades de mayores como entes pasivos e inactivos. La interrelación entre colectivos engrandece al propio colectivo, pero también a la sociedad en general.
Tomando como punto de partida el nuevo estudio publicado, desde la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España reclaman promover la participación del colectivo de personas mayores con:
-
Un papel activo, real y vinculante de los Consejos de Personas Mayores. Que su voz se tenga en cuenta, que sus aportes, correcciones o valoraciones, se incorporen en la dinámica pública.
-
Reimpulsar el Consejo Estatal de las Personas Mayores del Imserso, otorgando a sus decisiones el carácter de vinculantes.
-
Regular la presencia de personas mayores en las cámaras de representación de la ciudadanía.
-
Permitir la presencia de las asociaciones de mayores en el Pacto de Toledo.
-
Abrir en el Congreso de los Diputados un Consejo u Oficina de Mayores, como apoyo y asesoramiento a los parlamentarios.
-
Dotar a las entidades de personas mayores de recursos formativos orientados a disminuir la brecha digital entre nuestro colectivo. De ello depende acabar con muchas de las situaciones de soledad no deseada y de aislamiento social mientras la pandemia de la Covid-19 no permita escenarios de ayuda presenciales.
-
Buscar políticas transversales dirigidas a garantizar los derechos y las necesidades de las personas mayores.