CEOMA impulsa el programa ‘Desatar', que lucha por el fin del uso de sujeciones en residencias

CEOMA (Confederación Española de Organizaciones de Mayores) de la mano del Dr. Antonio Burgueño Torijano, director técnico del programa 'Desatar al Anciano y al Enfermo de Alzheimer', trabajan desde el año 2003 por una 'tolerancia cero' al uso de las sujeciones físicas y químicas en personas mayores con patologías neurodegenerativas o demencia, a través de los ‘Centros libres de sujeciones’.  

¿Cómo se vinculó el Programa Desatar a CEOMA?  

Para CEOMA fue fácil apostar por el Programa Desatar, ya que en el 2003 era la única iniciativa que existía en España. El director técnico del Programa buscaba un “paraguas”  bajo el que actuar, y poder hacerlo de forma totalmente independiente, sin conflictos de  intereses, que supusieran un freno para lograr erradicar esas prácticas asistenciales, y  quién mejor que una organización de Mayores que defiende los intereses de quienes  estaban siendo objeto de ellas, en general de forma excesiva en muchas residencias.  

Desde CEOMA, se impulsa el programa ‘Desatar’ para contribuir a la mejora de la calidad de vida de las personas mayores atendidas que requieren cuidados de larga duración.  

¿Cómo ha evolucionado el Programa Desatar y la eliminación de sujeciones en España?  

El Programa Desatar ha evolucionado de la forma que quería CEOMA, y mantiene su  apuesta de tolerancia cero a pesar de lo poco popular que pueda resultar. En la última década han surgido otras iniciativas que proponen eliminar sujeciones, muchas de ellas  derivadas directas o indirectas del Programa Desatar, y son conocidos sus objetivos y  métodos.  

A la propuesta de tolerancia cero, del Programa Desatar y de CEOMA, se han ido sumando profesionales diversos, algunos de los cuales se han organizado en “grupos de referencia desatar” para ayudar a centros que aceptan el desafío de ir a por todas, y  quieren llegar a ser centros totalmente libres de sujeciones. Existen, ya, grupos de  referencia que cubren toda la geografía española, y todos ellos están vinculados a  CEOMA, y persiguen los mismos objetivos, y todos ellos son coordinados, a nivel  técnico, por el director del Programa, el Dr. Burgueño.  

¿Por qué CEOMA prefiere y apuesta por el Programa Desatar? 

Desde el Programa Desatar se comprendió que lo realmente transformador de las residencias es ir a por todas desde el principio, y ha comprobado que trabajar sin tener que utilizar ninguna sujeción es posible y fruto de esa transformación, y esas son las  razones que explican mantener la posición de tolerancia cero.  

CEOMA no quiere que nadie sea excluido de ese afán de no utilizar sujeciones, incluidas las personas con demencia, lo que obliga al Programa Desatar a adquirir conocimientos y experiencias que hagan posible que los cuidados de esas personas puedan hacerse  sin llegar a recurrir a las restricciones físicas o farmacológicas. El Programa Desatar habla, en los últimos años, de crear escenarios libres de sujeciones en las residencias, expresión que lleva implícito que los centros han de transformarse.  

¿Por qué ofrece CEOMA la acreditación de centro totalmente libre de sujeciones? 

Es un mérito especialmente destacable, y que la sociedad tiene derecho a conocer su  existencia. El seguimiento por muchos años de los centros que se acreditan, por parte  de los técnicos del Programa Desatar, ha permitido comprobar la transformación que conlleva haber ido a por todas desde el principio, y en qué términos de calidad  asistencial se manifiesta.  

La implicación de los centros para convertirse en ‘Centros Libres de Sujeciones’ genera una clara satisfacción profesional. Son centros en los que no se utiliza ningún tipo de  sujeción.  

En los centros libres de sujeciones se percibe una mayor confianza de sus usuarios, lo  cual mejora la percepción de seguridad legal de los profesionales, que son más capaces  de tomar decisiones favorables para la persona mayor sin miedo, sino más compartidas  con los interesados directos.  

¿Qué ha pasado con la Covid-19 en los centros libres de sujeciones? 

Los efectos de las restricciones impuestas por la COVID19 y por la salud pública, han provocado un aislamiento que afecta al estado de ánimo de las personas que viven con  esta enfermedad y, por lo tanto, a su salud en general. Por este motivo, es necesario un  ambiente humanizado y amigable, estos centros tienen que ser amigables con las  personas tratadas para que vivan con la mayor libertad posible, dentro de lo que la  enfermedad ya les limita.  

No ha sido igual pasar estos últimos 2 años en una residencia totalmente libre de  sujeciones, que en una residencia que tolera algunas sujeciones, donde se ha visto un  incremento de uso sujeciones físicas y farmacológicas, teóricamente justificados por las restricciones sanitarias.  

Desatar 2.0  

Hemos aprendido en todos estos años, cuáles son las características que cumplen lo que hemos dado en llamar ‘centros más amigables con las personas mayores’, y especialmente con las personas mayores con demencia.  

Ahora proponemos que los centros cumplan una serie de estándares de desempeño, organizativos, de entornos, y de actitud general frente a las necesidades y comportamientos de las personas que viven con demencia en el centro, alcanzando  niveles destacables de amigabilidad y adecuación, incluido el estándar de oro que es  ser un centro totalmente libre de sujeciones. Acceder a este reconocimiento, ACREDITACIÓN COMO CENTRO AMIGABLE PARA LAS PERSONAS CON  DEMENCIA, exige que el centro, además de ser un Centro Libre de Sujeciones, cumpla  esa serie de estándares que hemos validado como estándares que mejoran la calidad  de vida de las personas con demencia que viven en la residencia.  

Desatar 2.0 es, pues, ir más allá de llegar a ser un centro totalmente libre de sujeciones. 

Los ‘Grupos de Referencia Desatar’ ofrecen un servicio individualizado y queremos  ayudar a eliminar el uso de sujeciones, con un enfoque de tolerancia cero, a todos los  centros y a los familiares cuidadores que estén interesados en ello, aportando directrices asistenciales con el objetivo de brindar una seguridad razonable, y una calidad de vida,  a las personas atendidas que requieren cuidados de larga duración.