CEOMA y Másfamilia se unen para luchar contra el edadismo
Las organizaciones quieren que se cumplan con los objetivos marcados por Naciones Unidas
La Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA) y Fundación Másfamilia han firmado esta semana un acuerdo de colaboración para llevar a cabo iniciativas conjuntas “que promuevan una cultura respetuosa, proactiva e inclusiva con el colectivo sénior”, detalla la nota de prensa.
En la firma, celebrada el pasado jueves 16 de noviembre, han participado la presidenta de CEOMA, Sabina Camacho, y el director de Fundación Másfamilia, Roberto Martínez. La finalidad de este convenio es poder trabajar mano a mano para luchar contra el edadismo o discriminación por edad, que en palabras de los firmantes “es una de las principales causas de rechazo social en la población mayor y, en particular, con la gestión del talento sénior”. De esta forma, ambas asociaciones pretenden reconocer la labor de aquellas organizaciones con mejores prácticas y que apoyan el talento sénior.
Ambas organizaciones aseguran que hay que “apoyar decidida y genuinamente el talento sénior en las organizaciones es una clara apuesta por la competitividad, además de un ejercicio de responsabilidad social, enmarcado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible – ODS y de la Agenda 2030 de Naciones Unidas”.
El acuerdo alcanzado establece que CEOMA apoyará el distintivo ‘mástalentosénior’ desarrollado e impulsado por Fundación Másfamilia, la Asociación Española de Ejecutiv@s y Consejer@s y la Fundación Máshumano. Del mismo modo, Fundación Másfamilia recomendará la acreditación de ‘Empresa amigable con las personas mayores’ de CEOMA como complemento a su distintivo.
¿Qué es el edadismo?
El edadismo es la discriminación que sufre una persona por el hecho de ser mayor. Aunque el término no aparece en el Diccionario español, la Organización de Naciones Unidas (ONU), en su Informe mundial sobre el edadismo de 2021, alertaba de que “es un problema mundial. Conduce a una salud más pobre, al aislamiento social, a muertes tempranas y cuesta a las economías miles de millones de dólares”. El edadismo se alimenta de estereotipos, por la forma errónea y prejuiciada con que la sociedad observa el envejecimiento. De hecho, es considerado como la tercera forma de discriminación, tras el racismo y el sexismo.
La discriminación de los mayores comienza por el lenguaje, según alertan numerosos expertos, ya que las expresiones sobre las personas y sus comportamientos contribuyen a perpetuar los prejuicios y estereotipos. Por la misma razón, el lenguaje puede transformarse en una herramienta del cambio en positivo; de ahí la importancia de detectar y corregir el lenguaje edadista.
