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Asociaciones de mayores
'Vivir mejor en casa', el proyecto de la SEGG y CEOMA para mejorar la atención domiciliaria
Dirigido a las personas mayores vulnerables, en situación de fragilidad y dependencia
La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) y la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA) han presentado este martes 19 de julio en el Consorci de Salut y Social de Catalunya el proyecto Vivir mejor en casa, que tiene como objetivo buscar una mayor y mejor atención domiciliaria, explorar las barreras a una vida en la comunidad e incrementar la calidad de vida de las personas mayores en situación de dependencia.
SEGG y CEOMA han impulsado y gestionado este proyecto que ya se ha presentado en Navarra, una de las comunidades en las que se implementará en los próximos meses junto con Madrid y Cataluña. Vivir mejor en casa cuenta con una subvención de 2.699.034 euros, procedentes de los fondos europeos Next Generation, cuyo componente preventivo se implementará en varios municipios de la provincia de Barcelona.
Vivir mejor en casa es uno de los 20 proyectos piloto de innovación social subvencionados con los Fondos de recuperación europeos Next Generation UE (2.699.034 euros), que el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 está promoviendo en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, dentro de la línea estratégica de desinstitucionalización, incluida en el componente 22 “Plan de Choque para la Economía de los Cuidados y Refuerzo de las políticas de igualdad e Inclusión”, entendida como una potenciación de los modelos comunitarios y domiciliarios de los cuidados de larga duración a personas mayores en situación de dependencia.
Este proyecto piloto está dirigido a las personas mayores vulnerables, en situación de fragilidad y dependencia y a sus personas cuidadoras no profesionales con el objetivo de retrasar la institucionalización, posibilitando que puedan vivir en su domicilio y entorno social y comunitario con los apoyos necesarios y estudiando las variables y barreras que existen para lograr que aquellas personas mayores que deseen, dejen las residencias y vuelvan a vivir en la comunidad, contemplando actuaciones coordinadas entre autoridades e instituciones autonómicas y locales de los ámbitos de la sanidad y los servicios sociales.
El proyecto tiene dos objetivos: por un lado, lograr una mejora de la atención domiciliaria y retrasar el ingreso en residencias desde una perspectiva preventiva; y, por otro lado, preparar a las personas mayores y su entorno para salir de la residencia y volver a la comunidad, desde un punto de vista desinstitucionalizador.
La vertiente preventiva de esta iniciativa se llevará a cabo en la provincia de Barcelona, en entorno rural y urbano. El primer objetivo de esta fase es disminuir y retrasar la institucionalización en personas en situación de dependencia con grados II y III atendidas en servicios de ayuda a domicilio (SAD).
Envejecer en casa es el deseo de los mayores, seguido por permanecer en su comunidad y mantener sus redes de relación social durante el proceso de envejecimiento (OMS, 2015). Teniendo en cuenta este modelo, la permanencia en el domicilio y la desinstitucionalización forman parte del nuevo modelo de cuidados de larga duración y del modelo de atención centrado en la persona, que demuestran importantes beneficios en la calidad de vida de las personas mayores. Entre otros, promueven la independencia funcional, la autonomía decisoria y facilitan su incorporación activa en la vida de la comunidad, impactando sobre un mejor estado de salud y bienestar emocional.
En Cataluña también se plantea contratar a personas en situación de desocupación para incorporarlas al sector de atención a la dependencia, incorporados a jornada completa, con flexibilidad y autoorganización horaria y priorizando a personas que se encuentren en situación de exclusión laboral. Además, se pretende conseguir un cambio en el modelo de atención con formación específica para personas cuidadoras no profesionales y la generación de una nueva dinámica de trabajo flexible entre estas personas no profesionales y las profesionales. Se busca una disminución importante de la sobrecarga del cuidador y de la utilización de apoyos tanto sociales como sanitarios.
Para el desarrollo del proyecto se han contratado a tres investigadores, una gestora de casos y se prevé contratar a un profesional adicional para la gestión de casos y un/a asistente personal, además de contar con el apoyo de la Fundación Salud y Envejecimiento-UAB para el estudio, aplicación de instrumentos de valoración, recogida de datos y evaluación del proyecto.
El proyecto también se llevará a cabo en Navarra y Madrid, y sus resultados finales los difundirán la SEGG y CEOMA entre los profesionales de atención geriátrica y gerontológica y las personas mayores, tanto del Estado como a nivel internacional.