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Asociaciones de mayores
David Otero, Teresa Perales, Antonio Najarro y Jaime Nava: "Todos somos iguales y diferentes"
Campaña para defender la inclusión laboral de las personas con discapacidad intelectual
Personalidades del mundo del deporte y la cultura, como el cantante David Otero, el bailarín Antonio Najarro, el deportista y embajador del rugby español Jaime Nava y la medallista paralímpica Teresa Perales, se han unido a la iniciativa #IgualesyDiferentes, para defender la inclusión laboral y la vocación profesional de las personas con discapacidad intelectual.
Mediante el mensaje “Todas las personas somos iguales y diferentes porque vivimos lo mismo, pero de manera distinta”, la campaña de la Asociación Achalay y Voluntarios Telefónica, con el apoyo de Fundación Telefónica y de Cecabank, traslada la importancia de la educación y formación de calidad para lograr la máxima autonomía a las personas con discapacidad, a la vez que defiende la igualdad de oportunidades y la necesidad de atender a la diversidad como un valor imprescindible para nuestra sociedad. “Queremos que estas conversaciones ayuden a normalizar y abrir la sociedad para que las personas con discapacidad intelectual se puedan realizar en ella y alcanzar las metas que se propongan en su vida”, explica Ramón Pinna, presidente de la Asociación Achalay.
Los videos recogen 4 conversaciones entre personas con y sin discapacidad, pero que comparten vocación y pasiones: Antonio Najarro, coreógrafo y ex director del Ballet Nacional de España con Sandra Aller y Pedro García, bailarines de Danza Down; David Otero, músico, ex miembro de El Canto del Loco y Jorge Cabrero, estudiante del proyecto LICEO y apasionado del piano; Teresa Perales, medallista de natación paraolímpica y Camino Martínez, campeona del mundo y Europa de natación para personas con discapacidad; y por último, entre Jaime Nava, deportista y embajador del rugby español y Miguel Ánguel Rodríguez, alumno del proyecto LICEO y jugador de rugby en Incluindus.
“Las personas con discapacidad intelectual somos necesarias para esta sociedad porque aportamos unos valores, actitudes y puntos de vista distintos y valiosos que deben ser tenidos en cuenta pues representan a miles de personas y familias en España”, comenta Jorge Cabrero, protagonista de las conversaciones de #Iguales&Diferentes.
En cada una de las conversaciones de la campaña protagonizadas por personas con discapacidad intelectual se habla de pasiones, de vocación y de aspiraciones profesionales, de aspectos de la vida cotidiana que preocupan a cualquier joven, pero que, en el caso de los jóvenes con discapacidad intelectual, en muchas ocasiones se convierte en un auténtico reto al tener que hacer frente a muchas más barreras y estigmas sociales. Como indica Miguel Rodríguez, estudiante del programa LICEO de la Asociación Achalay, que se lleva a cabo en la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), “me gustaría poder trabajar en una productora después de formarme en audiovisuales; creo que tengo muchas cosas que aprender todavía y me gustaría que me dieran una oportunidad para seguir mejorando y aportando lo mejor de mí”.
El cantante David Otero, tras participar en la conversación con Jorge Cabrero, ha comentado que “admiro mucho a las personas que trabajan duro por conseguir aquello que se proponen en la vida y por este motivo me parece tremendamente injusto que haya personas que esforzándose y poniendo mucha pasión en lo que hacen encuentren tantas dificultades para conseguir un empleo digno. Es un derecho básico que nos permite realizarnos y ser independientes”.
Estas conversaciones representan a miles de jóvenes con discapacidad intelectual que cada día hablan con sus familias, amigos y con sus orientadores laborales de sus retos en la vida, de sus miedos, hablan de sus pasiones o de su vocación. En definitiva, de todo aquello que les preocupa como al resto de jóvenes españoles.
En España hay 273.418 personas con discapacidad intelectual según datos del IMSERSO, de las cuales 193.500 se encuentran en edad laboral (70,7%). Desde que en 1982 se creará la primera ley que regulaba la participación de las personas con discapacidad en el mercado laboral, conocida como LISMI, actualmente Ley General de Discapacidad (LGD), se ha avanzado mucho en esta materia. Sin embargo, todavía nos enfrentamos a unas cifras de desempleo muy superiores respecto al resto de la población, registrando en 2019 una tasa de paro del 25,2% (11 puntos porcentuales por encima de la tasa nacional). Si nos referimos a la discapacidad intelectual o a la enfermedad mental estas cifras se acentúan aún más.
Asimismo, muchas de las personas con discapacidad intelectual que se incorporan al mercado laboral lo hacen en centros especiales de empleo (CEE). “Creemos que el empleo protegido es una salida que da oportunidades a miles de personas cada año a tener una ocupación, un salario y mayor autonomía; sin embargo, creemos que para que exista una inclusión plena en el mercado laboral debemos incrementar la inclusión en empresas ordinarias. La segregación no ayuda a normalizar la discapacidad”, apunta Ramón Pinna, presidente de la Asociación Achalay, entidad promotora de esta campaña.