Felisa, María Pilar y Sabina, 305 años de experiencia y vida
Miércoles 17 de abril de 2019
2 minutos
Nagusilan homenajea a tres mujeres centenarias en la localidad vizcaína de Barrika
Miércoles 17 de abril de 2019
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Felisa Ormaetxea cumplió a finales de enero 103 años, María Pilar Sáez Argarate acaba de celebrar en abril su cumpleaños número 100 y Sabina Durana Gómez cumplirá en junio 103 años. Estas tres mujeres, que en la actualidad vivien en la Residencia Barrika Barri, situada en la localidad vizcaína de Barrika, han sido homenajeadas por la organización sin ánimo de lucro Nagusilan.
La asociación organizó una fiesta para celebrar los nada más y nada menos que 305 años que suman entre las tres y en la que se quiso poner de manifiesto el valor de ser mayor. En el evento participaron familiares de las homenajeadas, residentes y personal del centro.
De izq. a dcha: Felisa Ormaetxea, María Pilar Sáez Argarate y Sabina DuranaFelisa Ormaetxea, de Abadiño, vive desde hace años en la Residencia Barrika Barri y se encuentra “bien de salud y con ganas de seguir cumpliendo años”. Felisa tiene tres hijos y nueve biznietos. Vivió hasta los 25 años en Abadiño hasta que se desplazó a Bilbao donde ha compaginado su trabajo como comerciante prestando ayuda a los más necesitados con su trabajo y esfuerzo. Felisa tiene un buen temperamento.
Por su parte, María Pilar Sáez Argarate, natural de Barakaldo, acaba de celebrar su centenario cumpleaños. Ha cumplido 100 años de vida en la Residencia Barrika Barri, donde vive desde julio de 2018. María Pilar tuvo dos hijos y tiene cinco nietos y cuatro biznietos. Cuando se casó se fue a vivir a Bilbao, donde ha vivido hasta su estancia en la residencia. Se ha dedicado al cuidado y mantenimiento de su hogar.
Por último, la vizcaína Sabina Durana Gómez cumplirá en junio 103 años de vida. Desde hace 15 años vive en la Residencia Barrika Barri. La centenaria vizcaína nació en Bilbao el 9 de julio de 1916 y pasó sus años de niñez y juventud en Trapagaran. Se casó en 1935 con Domingo Vázquez con quien tuvo dos hijos, una hija y un hijo. Desde que se casó ha vivido en Ortuella hasta que se trasladó a la residencia. Sus compañeros explican que Sabina nunca sale de su habitación sin estar preparada o arreglada porque es muy presumida y aseguran es una mujer muy amable.