Las mujeres sénior son "totalmente esenciales" en las comunidades y economías familiares en el medio rural. Así lo asegura Inmaculada Ruiz, presidenta de la Unión Democrática de Pensionistas (UDP) en una entrevista a 65YMÁS con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se celebra este viernes 8 de marzo. Destaca, así, que "la mujer en el medio rural hoy en día es la fuerte".
"Está siendo fuerte con todo, sobre todo con el voluntariado", afirma, poniendo de relieve que "casi es la única que existe en los pueblos. Hay más mujeres que hombres", lo cual, sin embargo, "hace que se sientan más solas". De hecho, el Diagnóstico de la Igualdad de Género en el Medio Rural de 2021, realizado por el entonces Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, señalaba que "la feminización del envejecimiento es especialmente relevante en el medio rural, donde la tasa de envejecimiento de este sexo supera a la masculina casi en un 5%".
En todo este tiempo, el mundo rural ha experimentado algunos avances, tal y como comenta la presidenta de UDP, que destaca por encima de todo "la comunicación". "Hay pueblos muy aislados, pero cada vez parece que se está intentando paliar de alguna manera, poniendo servicios", explica, aunque llama la atención sobre el problema que supone lafalta de médicos de medicina familiar. "No hay. Es un problema que tenemos ahí, y que no es solo ahora, va a ser más fuerte, porque no hay para reemplazarlos. Es algo que se veía venir desde hace muchos años", lamenta.
Con todo, sigue habiendo retos por superar. "Intentamos que la perspectiva sea cada vez mejor, pero sigue siendo la misma de siempre: soledad, sobre todo mujeres cada vez más solas, y pueblos cada vez más desiertos", señala, criticando que "seguimos hablando mucho pero actuando poco". Y es que, ya en 2022 se contabilizaron más de 3.000 pueblos en peligro de extinción (42% del total), según datos del Banco de España.
"Creo que hay que ponerse ya serios y hacer las cosas como hay que hacerlas, y es ayudando a las personas vulnerables, a las personas que están aisladas, que están solas, sobre todo en las zonas rurales, que es la que más está sufriendo esta soledad", indica. Aunque "las capitales también", y es que "hablamos de los pueblos, pero a veces en las capitales, las grandes capitales, las personas están más solas todavía, porque un edificio puede estar lleno de vecinos pero no conocerse entre sí, no saber que existe una persona mayor que está sola y totalmente aislada".
En este sentido, Inmaculada advierte que "es un problema que está ahí y que cada día se va a extender más, eso está claro, porque cada día somos más mayores, y llegará un punto en que tendremos que tomar cartas en el asunto y actuar de alguna manera para paliar esta soledad". De hecho, el envejecimiento alcanzaba en 2023 en España un nuevo máximo histórico, del 137,3% (en 2022 fue de 133,6%), es decir, que por cada 100 menores de 16 años hay ya 137 personas mayores de 64, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Cabe destacar que esta tendencia ha sido ascendente desde el año 2000, cuando España se convirtió en un país envejecido al alcanzar una tasa de envejecimiento de 103,3%.
Desigualdades y estereotipos en el medio rural
Las mujeres mayores de 55 años siguen enfrentándose a desigualdades y estereotipos en el medio rural, no han cambiado, asegura la presidenta de UDP, que lamenta que "vivimos en una sociedad machista" donde "la igualdad no existe todavía".
El Diagnóstico de la Igualdad de Género en el Medio Rural de 2021 señalaba en este sentido que "la gran mayoría de los estereotipos de género continúan manifestándose con especial intensidad en el medio rural, lo que supone, sin duda un importante obstáculo para la consecución de la igualdad de género". Y aunque encontraban "avances en ciertos aspectos, como la importancia de la vida laboral para las mujeres", en otros "continúa existiendo una fuerte impronta de los estereotipos y roles de género. Es el caso de los cuidados a familiares y del hogar, tareas que gran parte de la población rural considera que son propias del sexo femenino".
No obstante, destacaban un dato "esperanzador", que es "la posición menos conservadora de la juventud rural, lo que hace pensar en un futuro alentador en términos de una sociedad más igualitaria".
"La mujer sigue siendo la que se dedica a ser ama de casa, a cuidar, y la que se ha dedicado siempre al campo. Hoy día sigue casi igual, con menos fuerza, porque son más mayores, pero no hemos avanzado demasiado en ese aspecto", explica Inmaculada, aunque destaca que el papel de este colectivo ha cambiado con los años. Igualmente, el Diagnóstico de la Igualdad de Género en el Medio Rural de 2021 revelaba a su vez en este sentido que "son las mujeres quienes continúan ocupándose mayoritariamente de las tareas de cuidados familiares y del hogar, aumentando las diferencias respecto a los hombres", mientras que las diferencias entre mujeres y hombres en el uso de su tiempo se reducían en aspectos como el ocio y el tiempo libre.
En lo que respecta al trabajo también se observan diferencias, como el aumento de la participación de las mujeres en el empleo (51,6%, frente al 49% de 2011) y la reducción de la brecha laboral de género (9 puntos porcentuales).
"Antes la mujer era un mero objeto, un florero, estaba ahí, siempre en el mismo sitio. Hoy en día,la mujer representa algo más y, sobre todo, es más valiente, más trabajadora, más activa e intenta socializar más que antes", afirma la presidenta de UDP.
Empoderar a la mujer del medio rural
En la mayoría de las ocasiones, se pone el foco en las personas que abandonan el medio rural, sin embargo, para Inmaculada habría que fomentar el hablar de todo lo que puede aportar. "Yo soy partidaria de que el medio rural no es agradable de abandonar, y creo que cuando la gente lo hace es porque no tienen otra opción", explica.
Antes esto, considera que lo que habría que hacer es "empoderar a la mujer del medio rural y darle más ayudas y más protección, para que pueda estar en sus hogares de toda la vida", mientras que se muestra contraria a que "tengan que abandonarlo por falta de gente y falta de medios".
"Es algo que hay que paliar de alguna manera y trabajar para que esto no pase, para que la gente, sobre todo las mujeres, que son mayoritarias, puedan morir en sus casas dignamente, estén cuidadas, que haya formación y haya voluntarios", recalca, apuntando que "todo esto es una cuestión de educación de la sociedad".
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.