El incremento de la financiación pública dirigida a la atención de las personas mayores es "imprescindible" para que se garanticen sus derechos fundamentales y bienestar. Así lo ha reivindicado la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP), que ha celebrado junto a la agencia de noticias Servimedia el diálogo Derechos Humanos y Personas Mayores con motivo del Día de los Derechos Humanos, celebrado este martes 10 de diciembre, en el que se han abordado las prioridades en los derechos humanos de este colectivo, como la autonomía personal, la protección contra el abuso, el acceso a servicios, la participación social y la no discriminación por edad.
El encuentro ha contado con la participación del presidente de la PMP, Lázaro González; la presidenta de Amnistía Internacional España, Beth Gelb; la profesora de Ciencias Políticas en la Universidad Complutense y miembro del patronato de HelpAge International España, Aida Díaz-Tendero; y la vocal de la junta directiva del Movimiento por la Paz, Gloria Bombín.
Derechos incluidos en la Constitución Española y la Declaración Universal de los Derechos Humanos, como pensiones periódicamente actualizadas, atención sanitaria, cuidados, servicios sociales o la vivienda "todavía siguen sin estar suficientemente garantizados para un gran número de personas mayores", denunció Lázaro y recoge en una nota PMP, desde donde afirman que "nos preocupan mucho las pensiones, ya que en los últimos 10 años ha aumentado el riesgo de pobreza de las personas mayores en España en un 6%".
"Si no hubiesen existido unas pensiones adecuadas y actualizadas esta situación sería mucho peor hoy en día", añadía el presidente de PMP durante el encuentro, haciendo referencia a los cuidados de larga duración, que son "el pilar más débil de nuestra democracia".
En este sentido, señalaba que la sensibilización y la concienciación resultan fundamentales, ya que "a medida que aumenta la población mayor, se incrementa también el edadismo, de hecho, frecuentemente se insinúa que las personas mayores solo producimos gasto e inconvenientes".
Por su parte, Aida Díaz-Tendero señalaba que "existe un desconocimiento de los aportes y de lo imprescindible que es un enfoque de derechos humanos para la ciudadanía en general y, en especial, para las personas mayores", al tiempo que lamentaba que el problema en Europa es que "se considera que este discurso de los derechos no tiene nada que aportar, porque ya estamos muy bien en cuanto a políticas públicas".
Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas Mayores
En cuanto a la necesidad de la creación de la Convención de la ONU sobre los Derechos de la Personas Mayores, Díaz-Tendero explicaba que, aunque "ha experimentado avances importantes y ha tenido una metodología de trabajo interesante, con diversos grupos de trabajo internacionales", la falta de protagonismo del enfoque de derechos en Europa es uno de los motivos de que esté parada.
"La convención significa que los derechos humanos son individuales de cada persona y universales, para todas las personas y con vigencia a lo largo de toda la vida", añadía a su vez Beth Gelb. "Las convenciones son un instrumento fundamental, porque son jurídicamente vinculantes y permiten reclamar a los estados que cumplan con sus obligaciones internacionales, pero además, incorporan mecanismos de seguimiento y examen periódico, además de una serie recomendaciones, que es lo que finalmente se traduce en leyes nacionales que protegen los derechos de las personas mayores".
Gloria Bombín recordó que los derechos de las personas mayores son "algo reciente, pues se empiezan a desarrollar a comienzos de este siglo XXI y, hasta entonces, se hablaba del derecho a un envejecimiento digno". Sobre este tema "hay mucho que reflexionar, porque es un colectivo muy diverso y, por lo tanto, lo que se debe hacer es fomentar la investigación sobre el envejecimiento, ya que hay un déficit importante en la información social y en la investigación médica", añadía.
Asimismo, considera necesario "cambiar la noción de la vejez, la cual ha estado centrada en la pérdida de capacidades y la necesidad de la protección y atención. Por lo tanto, hay que situarla en el derecho a la independencia y la autonomía, en la participación e integración en la vida comunitaria, en la seguridad y en una vida libre de todo tipo de violencia".
González hacía referencia también a la importancia de "subir los presupuestos para cuidados de larga duración en Europa, pero sobre todo en España, donde se destina el 0,8% del PIB a esta área, mientras que la media de los países europeos es del 1,5% del PIB" e instaba a "seguir trabajando y avanzando, porque los derechos no se conquistan de una vez para siempre, sino que hay que cuidarlos".
"Las personas mayores no estamos buscando privilegios, sino que defendemos los derechos de toda la ciudadanía, puesto que creemos en la solidaridad intergeneracional, en la que se han basado siempre todos los servicios sociales que han traído el bienestar de toda la población", aseguraba.
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.