Úrsula Segoviano
Asociaciones de mayores
La PMP reclama un enfoque específico para analizar la violencia contra las mujeres mayores
"La doble discriminación hace que sus necesidades sigan invisibilizadas"
En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP) ha hecho un llamamiento urgente a las instituciones públicas para que emprendan la creación de servicios y recursos específicos destinados a atender a las mujeres mayores víctimas de violencia de género.
Con motivo de este día, la Plataforma ha reivindicado “la necesidad de visibilizar, alertar y denunciar cualquier tipo de violencia de género hacia las mujeres mayores”, además de precisar que es imprescindible “ajustar el acompañamiento y los recursos y apoyos disponibles a las necesidades de cada una de estas personas, manteniendo protagonismo de las mujeres mayores en sus propios procesos y vidas”.
La PMP ha señalado, además, que “el impacto del envejecimiento poblacional, la sobrerrepresentación de mujeres en este sector de población y la invisibilidad de la violencia de género y de otros tipos de violencia hacia las mujeres mayores, hace cada vez más necesario el análisis de procesos relacionados con su seguridad y bienestar”.
Así, la Plataforma considera que el abordaje de la violencia de género en mujeres mayores de 65 años requiere un enfoque específico, tanto en lo que respecta a su proceso de concienciación como víctimas, como a la información sobre sus derechos y los recursos de protección y apoyo disponibles.
En este sentido, la Plataforma ha venido denunciando desde siempre que “la doble discriminación de género y de edad hace que las necesidades de las mujeres mayores sigan estando muy invisibilizadas y, por ello, poco atendidas”. Todo ello a pesar de los datos arrojados por estudios como la macroencuesta de Violencia contra la Mujer de 2019, que muestra que el 8,5% de las mujeres de 65 años o más ha sufrido violencia física y/o sexual de alguna pareja a lo largo de la vida.
Esta misma encuesta también refleja que el 22,9% de las mujeres mayores de 65 años ha sufrido algún tipo de violencia psicológica. El 4,4% de las mujeres mayores de 65 años dice haber sufrido violencia física o sexual alguna vez en la vida por parte de su pareja actual, el 10,1% violencia psicológica y el 5,2% violencia económica. Sin embargo, el número de mujeres mayores que piden ayuda, tanto en los recursos formales como en su entorno íntimo, es muy reducido.
Las mujeres mayores enfrentan barreras adicionales para denunciar la violencia que sufren. El miedo a la soledad, la dependencia económica del agresor y la falta de recursos son obstáculos significativos que impiden que estas víctimas busquen ayuda. La invisibilidad del problema y la falta de sensibilización en la sociedad y entre los profesionales que trabajan con este colectivo agravan aún más la situación, hasta el punto de que esta se prolonga en el tiempo, abocando a las víctimas a toda una vida de maltrato.
Según el Informe elaborado por Cruz Roja con una muestra de 245 mujeres usuarias del Servicio Telefónico de Atención y Protección para víctimas de la violencia de género, publicado en diciembre de 2022, un 67% de las mujeres mayores de 65 años que han sido víctimas de la violencia de género lo han sido durante más de 20 años; cuatro de cada diez durante más de 40 años y el 27% entre 20 y 30 años.
Por estos motivos, la PMP ha insistido en que es necesario “sacar a la luz estos datos y reducir las trabas para conseguir ayuda policial, jurídica y psicológica; mayor formación específica para los profesionales que atienden a las mujeres víctimas; creación de espacios seguros, servicios públicos y protocolos adaptados a las necesidades de las mujeres mayores y una red de acompañamiento profesional”. De la misma forma, ha recalcado que “la estrategia más útil para frenar la violencia machista contra las mujeres mayores pasa también porque formen parte de la sociedad de forma activa y con voz propia”.
Para la PMP, “la lucha contra el edadismo y la gerontofobia sigue siendo fundamental, ya que, unida al machismo, complica y dificulta a las mujeres mayores el ejercicio de sus derechos”. Se trata de realidades que en muchas ocasiones caen en la invisibilidad y, por ello, ha destacado “la necesidad de nombrar y tomar conciencia de la violencia de género hacia las mujeres mayores, invisibilizada y confundida con otras formas de violencia y maltrato, lo que conlleva una seria desprotección para ellas, sus entornos familiares y profesionales y, por tanto, una falta de respuestas adecuadas”.