La PMP reclama una transición digital accesible que tenga en cuenta los derechos de los mayores

Con motivo de la celebración del Día Mundial para promover la Concienciación sobre la Accesibilidad Web, celebrado este 19 de mayo, la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP), el movimiento más representativo a nivel estatal (con 15.079 asociaciones y más de 5.746.000 afiliados) para la defensa de los derechos de las personas mayores y pensionistas ante los poderes públicos, privados y el conjunto de la sociedad, quiere recordar a entidades públicas y privadas que la creciente e imparable transformación digital de todo tipo de servicios ha de tener en cuenta a los colectivos más vulnerables, como son las personas mayores y las personas con discapacidad mayores, los cuales a la hora de acceder a dichos servicios se han visto superados en numerosas ocasiones por la imposición de tecnologías a las que no han tenido tiempo de adaptarse.

En este sentido, desde la Plataforma entienden que el proceso de transformación digital de la sociedad es inevitable y no tiene por qué ser perjudicial, al contrario, las nuevas herramientas tecnológicas pueden suponer un empoderamiento para el colectivo de las personas mayores, ya que han demostrado su eficacia combatiendo problemas como la soledad no deseada o el deterioro cognitivo, contribuyendo de esta manera a un envejecimiento más saludable.

De hecho, la utilización de internet está cada vez más extendida entre las personas mayores. Según una encuesta del Instituto Nacional de Estadística, durante 2021 el 39,1% de las personas mayores de 65 años utilizaron internet diariamente. Aunque este porcentaje se reduce considerablemente conforme la edad es más avanzada y, sobre todo, cuando se trata de entornos rurales, de manera que continúa existiendo una importante brecha digital que excluye a una gran parte de la población.

Para la PMP, la solución pasa principalmente por la no imposición obligatoria de las herramientas digitales como única vía para acceder a las gestiones necesarias en servicios públicos y privados, una imposición que viene produciéndose durante los últimos años y que se ha visto especialmente acelerada durante la pandemia de COVID-19. Para proteger los derechos de las personas mayores, es necesario establecer un “periodo de transición” en la inevitable digitalización de la sociedad, el cual requiere la coexistencia de la atención presencial y los servicios online, aunque sea temporalmente.

A este respecto, la PMP viene manteniendo en la actualidad una serie de encuentros con representantes de las administraciones públicas ante los que pone de manifiesto los múltiples obstáculos que supone para el colectivo que representa la repentina digitalización de las gestiones en diferentes organismos. Además, también les está trasladando su especial preocupación, precisamente, por las dificultades existentes en términos de accesibilidad, usabilidad y estándares técnicos.

Asimismo, la Plataforma también está demandando a la administración la necesidad de un ambicioso plan de formación y capacitación digital de la ciudadanía que preste especial atención a los colectivos más vulnerables en riesgo de exclusión digital como las personas mayores, los habitantes de zonas no urbanas que no están muy bien comunicadas o las familias con bajo nivel de renta o que no poseen dispositivos electrónicos ni conectividad.