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El Consejo General de Dentistas advierte, con motivo del Día Internacional de las Personas Mayores, de que menos del 40 por ciento de los adultos mayores va al dentista anualmente, cuando la media en población general es del 52 por ciento.
Así, desde el Consejo General de Dentistas también han recordado la interrelación que existe entre una mala salud oral y algunas enfermedades no transmisibles, como problemas cardiovasculares y respiratorios, el cáncer oral, la diabetes, la obesidad o el Alzheimer.
El presidente del Consejo General de Dentistas, Óscar Castro Reino, ha querido recordar, en este sentido, que los adultos mayores son "los grandes olvidados de la salud bucodental, con las consecuencias que eso conlleva para su salud general y su bienestar físico y mental". Ha añadido que el dentista es quien "puede contribuir a mejorar su salud general informándoles, tanto a ellos como a sus cuidadores, sobre los principales factores de riesgo de las enfermedades orales, tales como la alimentación inadecuada, el consumo de azúcar, tabaco o alcohol".
De igual forma, los expertos han señalado que las patologías más frecuentes en esta etapa de la vida son la disminución de producción de saliva o xerostomía, que afecta a uno de cada 10 mayores; la pérdida dentaria; la aparición de caries, que afecta al 100 por cien de los ancianos; la enfermedad periodontal, que afecta al 37 por ciento de los adultos mayores, de forma moderada o severa; la retracción de encías, que puede dejar las raíces de los dientes expuestas a un mayor riesgo de caries; y la aparición de cáncer oral, cuya incidencia es de más de 5.000 casos al año.
Según señalan desde el consejo, uno de cada cuatro adultos mayores considera que el estado de su salud bucodental es "malo o muy malo". Sin embargo, "gracias a los conocimientos científicos y a la tecnología actual, es posible disfrutar de una óptima salud oral durante la madurez", han señalado.
En este sentido, destacan la importancia de seguir ciertas pautas de higiene y alimentación, como cepillar los dientes durante dos minutos, dos veces al día como mínimo, usando un cepillo manual o eléctrico y pasta dentífrica fluorada e insistiendo en la higiene interdental; Si se lleva prótesis removible, hay que limpiarla diariamente; llevar una dieta sana y equilibrada, evitando las bebidas carbonatadas y el azúcar; limitar al máximo el consumo de tabaco y alcohol; realizar autoexploraciones periódicas para detectar bultos, manchas o llagas; visitar al dentista una vez al año, como mínimo.