Casi la mitad de personas de entre 65 y 74 años tienen pocas habilidades digitales, según Eurostat. Esto, junto a la brecha digital intergeneracional que provocó la pandemia, ha llevado a una situación de extrema vulnerabilidad para este colectivo, algo que se está intentando resolver con proyectos como el de SECOT (@secotseniors), con el que se pretende que los séniors de los próximos años rompan con esta tendencia.
El programa al detalle
Con este proyecto apuestan por el envejecimiento activo y las relaciones intergeneracionales, y es una forma de potenciar el desarrollo emocional armónico y la buena salud física y mental.
Destaca la cercanía de edad entre el docente y el alumno, su capacidad de escucha y su empatía, y es que los docentes sénior voluntarios de SECOT, ex directivos jubilados, son los formadores de los mayores de las residencias y de su personal de apoyo en el uso de las tecnologías, así como los encargados de impulsar las actividades. Esto lo hace un proyecto referente único en España.
Hasta el momento, se han desarrollado más de 20 talleres, que han beneficiado a más de 200 personas en Madrid, Álava, Vigo, Alicante, La Rioja y Salamanca. Aunque para el final del proyecto se estima que esta cifra aumente a más de 500 mayores que serán formados en nuevas tecnologías.
En cuanto a los contenidos y metodologías empleados, los terapeutas ocupacionales de cada uno de los centros sugieren que sean individualizados, al igual que los tiempos de desarrollo, de forma que las intervenciones tengan una acogida "lo más satisfactoria posible y faciliten la adquisición de nuevos conceptos, habilidades y destrezas para que puedan ser sostenibles en el tiempo", para que no se queden en una actividad aislada, sino que comiencen a formar parte de la metodología de intervención asistencial para todos los residentes de los centros que están colaborando con el proyecto. Para ello, los voluntarios se sirven de dispositivos de uso personal como móviles o tablets táctiles, que simplifican mucho el acceso a Internet y su interfaz es mucho más cómoda.
Gracias a estas formaciones, los usuarios adquieren diferentes habilidades que les permiten, por ejemplo: la utilización de dispositivos de uso personal con los que entablar contacto directo con sus familiares, contactar con profesionales vía telemática (como pueden ser los servicios de telemedicina), o acceder a las aplicaciones con las que pueden monitorizar su salud o gestionar sus finanzas.
“Desde SECOT apostamos por un envejecimiento activo e impulsamos la inclusión social de todas las edades. En este sentido, la digitalización es fundamental para que las personas mayores no se queden atrás y puedan adaptarse a un avance y desarrollo social que es imparable. Nuestros voluntarios séniors están plenamente familiarizados con las nuevas tecnologías y facultados para capacitar a asistentes sociales con el objetivo de que ellos guíen a los usuarios mayores en su uso. A los séniors les gusta lo que hacen, se sienten útiles e ilusionados.”, afirma Inocente Gómez, presidente de SECOT.
Inocente Gómez, presidente de SECOT
Desde SECOT aseguran que, antes del proyecto, un 70% de los usuarios no sabían escuchar la radio a través de su dispositivo, lo cual ha cambiado totalmente: un 71,67% de las personas mayores no sabían descargar aplicaciones en el móvil, ahora, el porcentaje de personas que sabe hacerlo se eleva a 85,22%. Además, eran el 73,33% de los mayores los que no sabían conectarse al wifi, después del taller es el 63,35% los que sí que son capaces de hacerlo.
Añaden además que “Mayores digitalizados” es un apoyo psicológico porque refuerza la capacidad de comunicación de los mayores: el 81,48 % de los beneficiarios ya son capaces de contactar con sus hijos y nietos por sí solos, el 92,59% sabe realizar videollamadas para ver y hablar con familiares y amigos y más del 63% comienza a usar el dispositivo para escuchar la radio o jugar online (54%), favoreciendo su entretenimiento y desarrollo de múltiples capacidades cognitivas.
De esta forma, este programa consolida los esfuerzos de SECOT por lograr cambios en la inclusión tecnológica plena de las personas mayores, ya demostrados en anteriores casos de éxito como el Proyecto Platinum, el Proyecto Jubilación Activa en el País Vasco o el programa Senior Challenge a utilizar tu móvil desarrollado con Cellnex y United Way en este último año.
La importancia de formar en tecnología
El aprendizaje de las nuevas tecnologías estimula la actividad mental de las personas mayores, reduciendo la incidencia de enfermedades como el alzhéimer. Así lo han demostrado numerosos estudios, que indican que esto es debido a que les ayuda a mantener la mente activa, aprender cosas nuevas cada día, adquirir habilidades y sentirse útiles.
Con la propuesta de SECOT además se fomenta la creación de nuevos puestos de trabajo, propiciados por el asesoramiento empresarial y el fomento de las relaciones intergeneracionales.
“Me adherí al proyecto con bastante prevención. No soy un enamorado de la tecnología (de hecho, no tengo Twiter, Instagram, o Facebook). Tras asistir como alumno a un par de talleres impartidos por el Senior José Ponce en régimen online, trabajar sobre lo aprendido en ellos y revisar mis propios conocimientos sobre el uso del teléfono móvil, me decidí a impartir algún taller. […] Aun cuando pertenezcamos a SECOT y hayamos interiorizado lo del envejecimiento activo, sorprende gratamente encontrar participantes en los talleres que, aunque superan los 90 años, no se rinden ante las barreras que impone la tecnología y mejoran sus habilidades tras el curso", comenta un sénior de SECOT, Salvador Meca.
Un nuevo modelo asistencial para el envejecimiento activo del residente
Por último, hacen referencia a la crisis sanitaria provocada por la pandemia del COVID-19 y cómo ha sido especialmente agresiva con las personas mayores, afectando incluso a los cimientos de un sistema de atención a la dependencia que parecían sólidos. Sin embargo, esto no ha hecho más que reforzarlo, indican: en la actualidad están vigentes en España un total de 373 nuevos proyectos geriátricos, que incorporan casi 37.000 nuevas camas al parque nacional. Estas cifras suponen un incremento de 47 geriátricos y unas 4.000 camas más que las que se manejaban hace un año.
Por su parte, el número de operaciones de compra venta en el sector cerradas (17 en total), que implicaron el traspaso de la titularidad y la gestión de casi 7.500 camas operativas, es muestra también del dinamismo y del buen momento por el que pasa el sector sociosanitario.
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.