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Unos de los retos de las empresas de atención domiciliaria a dependientes es profesionalizarse más, según un análisis del Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada.
El 3% de la población española necesita apoyo o asistencia diaria –son personas mayores o enfermos imposibilitados– y la mayor parte de ese trabajo lo hacen familiares o cuidadores contratados por la familia, informa el Instituto este en un comunicado.
Según el análisis, faltan empresas especializadas en estos servicios e "imperan en el sector empresas de colocación de personal, con cualificación y experiencia muy cuestionable", por lo que augura graves disfunciones asistenciales a un importante núcleo de población, lo que considera agravado por la pandemia de coronavirus.
El Instituto constata que "muy pocas" de estas empresas tienen experiencia en el sector, con empleados incluidos en la Seguridad Social, con cualificación profesional y convenios laborales propios.
También considera que casi no hay empresas cuyos servicios de este tipo estén acreditados por las administraciones autonómicas, y cita a Asisted en Cataluña como "prácticamente la única que supera los estándares de calidad que deben exigirse a estas compañías" para la óptima asistencia a domicilio.
La clave diferencial es que una empresa de este tipo debe ser prestataria de servicios, "no mera suministradora de cuidadores", y que debe proponer soluciones concretas a problemas específicos de cada persona sujeta a cuidados.
Entre la aptitudes se cuenta la atención afectiva familiar y un plan específico y personal para cada necesidad asistencial, y Coordenadas añade que "los riesgos que pueden asumir las familias si abordan esta tarea de forma directa son cada vez mayores".
Añade que los perjuicios de la falta de preparación de los cuidadores contratados y la asunción directa de responsabilidades de todo tipo con esos cuidadores pueden tener consecuencias, "desde las meramente administrativas y fiscales, sociolaborales, hasta las penales".
El vicepresidente ejecutivo del Instituto Coordenadas, Jesús Sánchez Lambás, ha tachado de lamentable la ausencia de especialización y cualificación en asistencia domiciliaria en España, lo que considera especialmente grave porque la demanda "crece sin parar".